- La localización del alojamiento es fantástica, cerca de estación, restaurantes, comercios... - Nos permitieron dejar el equipaje allí antes de hacer el check-in, lo cuál nos vino genial para poder conocer la ciudad. - El personal fue muy amable durante nuestra estancia - La cama era bastante cómoda. - Televisión con canales satélite. ----------------------------------- - En un día de temporal (Eunice, trenes cancelados) y de temperaturas bajo cero en Manchester, al entrar en la habitación después de todo el día pateando la ciudad, congelado y deseando una ducha caliente y una habitación cómoda, al llegar estaba helada, a 17 grados (lo mínimo que daba el AC). No se me ocurre ningún motivo lógico para tener la habitación a la mínima temperatura posible en un temporal, más allá de tener mala intención. - En la línea de la llegada, la ducha estaba rota. Tuve que ponerme a ajustar el manguito tanto por el lado de la ducha, como por el de la alcachofa, porque no salía casi ni agua. Con eso y más, el agua no acababa de salir caliente del todo. - Uno de los enchufes de la habitación no funcionaba correctamente - El tamaño de la habitación es absolutamente ridículo y la cama está encajada en una especie de cuadrado perfecto que no te permite movilidad alguna. Sin contar que los enchufes están de tal manera que ”entran” en la cama y a nada que muevas, o te llevas el cargador, o lo desenchufas. Suerte si estás en el lado más lejano de la cama y quieres ir al baño o salir de ahí, a tu compañerx le encantará que literalmente le tengas que pasar por encima. -El WiFi era intermitente y no permitía hacer prácticamente nada. - Pagar 90€/noche por semejante basura es para llorar. - Tienen una maquinita de vending en la puerta que solo opera con contactless y, sorpresa, no funcionaba.
Fabuloso
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