Usuario invitado
3 de marzo de 2023
Riad Cannelle nos ofreció una estancia cercana a la perfección, durante 7 noches. El alma de una casa a menudo se mide por la infinita amabilidad de sus anfitriones: Adil, Badr y las maravillosas señoras de la cocina son seres maravillosos. Como dice el refrán: "una sonrisa no cuesta nada pero da mucho". Más allá de la hospitalidad, nos encantó la belleza de Riad Cannelle, su patio, su terraza, sus magníficas suites con balcón. Todas las mañanas nos arrullaba el canto de los pájaros, el fluir de la pequeña fuente y la llamada del muecín (muy discreto, sin embargo). Es un remanso de paz establecido en una medina bulliciosa de vida. En cuanto a la ubicación: ideal para explorar las arterias más bonitas del zoco y llegar al Jardín Secreto en 4 min / La Madrassa Ben Youssef en 7 min / Place Jemma el Fna en 15 min / Le Jardin Majorelle en 20 min... y todo esto a los pies. Además, el barrio es seguro y está lleno de buenos restaurantes con terraza. Por último, si opta por la media pensión, los desayunos son variados y generosos (varias tortitas, pasteles, bollería, zumos naturales, etc.) y los platos elaborados cada noche en el Riad Cannelle son una delicia... estamos encantados con los diferentes tipos de tajine, sopas, macedonias, postres marroquíes... En resumen: INOLVIDABLE
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