Llegamos exhaustos a las 12 de la noche después de un largo viaje esperando descansar y desde la entrada un olor a casa vieja inundo nuestras narices, al respirar se sentia el polvo y el olor a humedad de todos los muebles viejos, alfombras sucias, tanto asi que las 8 horas que dormirmos me dió rinitis alérgica, los techos bajos, deprimentes, ni hablar de la habitación! Nos ubicaron en un cuarto con 2 camas sencillas. Una de las camas literalmente se movía con la vibración del aire acondicionado dando la sensación de movilidad y mareo al dormir, no tenia una de las cortinas entonces se metía toda la luz, La llave del agua fria del lava manos no funcionaba entonces tocaba cepill**** los dientes, lav**** las manos y hacer todo con agua caliente (temperatura cero agradable par estas cosas), el shampoo tiene un olor desagradable a químico. Llamamos a la recepción a informar todos estos inconvenientes a las 2 am y después de que nos habían dicho múltiples veces que TODO el hotel estaba lleno, accedieron a realizar el cambio de habitación a las 3 de la mañana. La nueva habitación era una cama doble pero se escuchaba TODO el ruido de lo que ocurría en los pasillos, en las habitaciones vecinas parejas peliando a gritos y a través de las ventanas la música de todas las discotecas de la calle 84. Para finalizar, cuando ya nos ibamos a ir, el carro se encontraba parqueado en el parqueadero externo. Me toco decirle a la señora 3 veces que porfavor le avisaran al portero del parqueadero ya que mi pareja llevaba 20 minutos esperando que le abrieran el porton bajo el sol. No entiendo para qué tienen un parqueadero externo si no van a tener un personal pendiente de las funciones disponible para prestar el servicio. NO ME VUELVO A QUEDAR NI QUE ME LO REGALEN Y NO LO RECOMIENDO PARA NADA. Tuve alergia toda la noche, mil incomodidades y no descanse NADA. En Barranquilla hay muchísimas mejores opciones. No pierdan su platica en este hotel.
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