Xiaolinmaomiao
3 de agosto de 2021
La tienda es una pareja muy limpia, ordenada y atenta. Cada detalle de la habitación es muy especial. Cada habitación es lo suficientemente grande, 60 metros cuadrados, con piscinas independientes y auténticas aguas termales de Atami. El jardín es muy bonito y a los niños les gusta saltar por el césped, parece un paraíso. El desayuno es más íntimo. La tienda vio el cebo caliente y el maíz dulce recién cocidos, lo que hizo que se sintiera como en casa. Por no hablar del servicio, desde entrar a la tienda hasta salir de la tienda, cada detalle es una sonrisa y un entusiasmo extraordinario. Movido. . . Muy recomendable, ¡seguiremos alojándonos la próxima vez!
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