Usuario invitado
19 de septiembre de 2023
No es un lugar de lujo, pero estuvimos muy bien. La atención, de primera, tanto de la responsable como de los/las camareros/as. La localización, inmejorable, con unas vistas a la selva de Bwindi que quitan el hipo. Además, está muy cerca del lugar en donde se comienzan los treking de gorilas, por lo que te evitas madrugar. La cena, aunque self service, muy correcta, y el desayuno, también. Muy buena labor con la asociación de mujeres, que nos ofrecieron bailes y canciones tradicionales, así como sus productos artesanales. Lo recomiendo