IIlse Du PlooyLa habitación parecía mucho más pequeña que en la página web, pero era adecuada para viajar solo. Aunque las botellas de agua se reponían a diario, las tazas de té sucias nunca se retiraron ni se lavaron durante mi estancia de 4 días, y tuve que enjuagarlas en el baño. La papelera se vaciaba todos los días, pero no hacían la cama. El cabezal de la ducha estaba roto y era difícil de usar, y el sobrecolchón era demasiado grande para la cama y se resbalaba constantemente. El personal fue muy amable y servicial. La ubicación era complicada, ya que el hotel está situado en una avenida principal muy transitada, de sentido único y con pocos cruces, lo que significa que los taxis tienen que pasar bastante lejos del hotel antes de dar la vuelta para dejarte. El inconveniente de usar Didi o taxis son los conductores maleducados e impacientes. Cobraban tarifas muy altas durante la Navidad. A menudo nos quedábamos atascados en el tráfico y terminábamos caminando entre 2 y 4 km de vuelta al hotel. En general, me decepcionó la ciudad. Muchos edificios estaban deteriorados y descuidados, con ventanas rotas y pintura desconchada, lo que me recordó a *********************. Las calles estaban muy sucias y una escuela cercana no facilitaba el tráfico al ir y venir del hotel. Los rumores de que la Navidad es menos concurrida y mejor época para visitar Harbin no son ciertos. La multitud arruinó la experiencia en la Iglesia de Santa Sofía, especialmente los influencers que, con atuendos ridículos, posaban a temperaturas bajo cero en las escaleras y esquinas de la iglesia, impidiendo tomar buenas fotos. Los puestos y tiendas alrededor de la iglesia eran muy caros. Visité otras iglesias como San Alejo y el Templo de Jile, que merecieron la pena. Lo mejor de mi viaje fue la Mansión Volga, la Calle Barroca y el Puente del Ferrocarril Songhua. Las esculturas de nieve de la Isla del Sol fueron muy agradables, fáciles de recorrer y no estaban abarrotadas de gente. Había mucho espacio para pasear por el parque, jugar en la nieve y cruzar el río en teleférico. Las colas desde la Isla del Sol no son largas, pero al cruzar a Harbin, las colas para el teleférico eran larguísimas. Danny's Beer, en la zona de la calle Baroques, es una visita obligada; ofrece comida deliciosa, cálida y acogedora, además de una excelente hospitalidad. Se encuentra a 4,7 km del puente del río Songhua y ofrece buena comida a precios muy razonables. No visité el parque de esculturas de hielo ni los espectáculos de luces debido a las colas de tres horas, la multitud y el suelo resbaladizo. La experiencia en el parque de los tigres fue regular y, sobre todo, molesta porque la gente les daba a los tigres trozos de carne que no podían alcanzar, todo por una foto. Si te gustan los animales, mejor evita el parque de los tigres. Por último, un punto a favor fueron los baños públicos cerca del río Songhua, que estaban impecablemente limpios.
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