Ehari
29 de septiembre de 2021
Hemos pasado una noche y un día en este eco lodge en medio de la naturaleza. El entorno es una maravilla, rodeados de vegetación (exuberante en época de lluvias) y a los pies de la laguna de La Somone. Relax total y contacto estrecho con la naturaleza en su pleno esplendor. El lodge es muy bonito, al menos el bungalow que nos tocó, la suite bioclimática Horus. Es un bungalow con salón, una piscina pequeña en el interior (salón acuático le llaman) y dos habitaciones, más un baño completo. También tiene una mesa de comedor y un rincón cocina, pero sin equipar, sólo hay fregadero. Además tiene una pequeña terraza protegida con mosquitera para poder relajarse fuera. La idea de la terraza exterior es muy buena y sobre todo en le época que hemos ido la mosquitera es imprescindible, pero es verdad que la terraza se queda un poco pequeña y con la mosquitera da sensación de estar un poco encerrado, además la mosquitera estaba rota por bastante sitios, punto a mejorar. El equipo que nos atendió, el técnico Sonko, la cocinera Awa e Ibou super amables y simpáticos, nos trataron super bien y nos dieron de comer estupendamente, ninguna queja con ellos, al contrario, da gusto encontrar a gente tan amable y con ganas de agradar y hacer bien su trabajo. Nuestra única pega en este lugar ha sido que nos hemos encontrado el lodge a medio gas, por no decir a cero gas. Hemos estado en temporada baja y éramos los únicos clientes. La sensación era que el lodge no estaba abierto y que nos habían acondicionado el bungalow para poder estar allí, pero el resto de servicios, no estaban en funcionamiento y nadie nos avisó de esto al hacer la reserva (aunque sí que tenemos que decir que el precio tampoco fue el mismo que en temporada alta). La pequeña piscina que tienen estaba disponible, tanto la común, como la que está dentro del bungalow (pero no la del espacio Cocoon). Es verdad que la limpieza de las piscinas no es impecable, pero con esto hay que contar en un lugar sostenible energéticamente y donde los generadores sólo funcionan 4 horas al día. Al hacer la reserva y conociendo el funcionamiento del país, preguntamos si al ser temporada baja tendríamos la piscina y demás disponible y nos dijeron que sí, como así fue finalmente, pero nadie nos avisó de que el restaurante y el bar no estarían abiertos. Nos encontramos en la zona de la piscina con la zona de terraza del bar-restaurante cerrada, nos dijeron que podíamos estar allí, pero aquel lugar parecía abandonado, cojines recogidos, barra del bar cerrada, restaurante cerrado etc... Esto hizo que tanto la cena como el desayuno se nos sirvieran en el mismo bungalow con la consiguiente sensación de estar encerrados demasiado tiempo entre cuatro paredes. Nos imaginábamos desayunar en una terraza con vistas a la laguna, o tomar algo antes de cenar en la terraza disfrutando de las vistas y la naturaleza, pero en vez de esto estuvimos dentro del bungalow pasando bastante calor además. No dudamos de que estando el lodge