Hoteles cerca del The Royal Palace, Edimburgo

El hotel está ubicado en una de las mejores zonas de la ciudad, tranquilidad a escasos minutos del centro, vistas increíbles desde las ventanas de cualquier ángulo del hotel. El personal fue impecable, haciendo nuestra estancia cómoda, divertida, fácil. La limpieza y la puesta a punto de las habitaciones me enamoró, la habitación con mil accesorios para que no tengas que preocuparte por nada (desde paraguas, secador... hasta esterilla de yoga) todo ello en un ambiente acogedor y cálido con vistas a la ciudad. Fuimos al spa una tarde que llovía, y las instalaciones son de 10. Tiene restaurante y bar siempre con ambiente. Desde luego para repetir y no querer irte nunca. Viajar a hoteles así hacen que te vuelvas con un grato sabor de boca sumando a que la ciudad es increíblemente bonita y con muchísima historia que merece la pena conocer.

El hotel está situado en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro Una particular grito a la mujer detrás del escritorio con un apellido similar a mí (empezando con un ”K”, no voy a revelar demasiado en un foro público) que fue un placer absoluto cuando la vimos. Por las normas australianas, al menos (con nuestro dólar) nuestra suite fue muy cara, pero vale la pena. El hotel está en una zona de la ciudad, donde se encuentra el centro de la ciudad, donde se encuentra el centro de la ciudad, donde se encuentra el centro de la ciudad, donde se encuentra el centro de la ciudad, donde se encuentra el centro de la ciudad, donde se encuentra el centro de la ciudad, donde se encuentra el centro de la ciudad, donde se encuentra el centro de la ciudad, donde se encuentra el centro de la ciudad, donde se encuentra el centro de la ciudad, donde se encuentra el centro de la ciudad, donde se encuentra el centro de la ciudad, donde se encuentra el centro de la ciudad Muchas gracias a toda la equipo en el ”George” por ser un destacado de nuestro viaje.

Efectivamente y como es opinión común en casi todos los comentarios, lo mejor el personal. Fátima, Adrián, Marta... gracias; además de muy útiles y eficaces son realmente simpáticos. Por lo demás el hotel está francamente bien. A un kilómetro justo del centro, pequeño y coqueto, y, sobre todo, muy limpio, virtud ésta que en el Reino Unido es remarcable por infrecuente. Suficiente, casi excelente, el desayuno, gratis y fiable el Wi-Fi, resulta en cambio incómodo algo cada vez más frecuente en hoteles de nueva construcción o remodelación: la falta de armarios. Aunque vayas sólo para unos días, es un engorro, incómodo tener toda la ropa a la vista o colgada por las paredes.

El hotel esta en pleno centro de la parte nueva de Edimburgo y a un paso de la Old Town, justo en la calle de enfrente estaba montado el mercado de Navidad y por su proximidad con las calles principales lo hace ideal para alojarte.El hotel era una antigua casa convertida en hotel y la adaptación en algunas zonas del hotel eran algo incomodas si llevas maletas, ya que para llegar a recepción tienes que subir un buen tramo de escaleras con el equipaje a cuestas y para acceder a las habitaciones, al menos la mía, debiamos pasar por un laberinto de puertas y algunas escaleras más. Nuestra habitación daba a un lateral de la calle principal, con lo cual el ruido era leve al tener ventanas con doble cristal. Respecto a la habitación decir que está bien decorada, nada recargada y con un aire vintage.El baño cómodo, amplio moderno con una buena ducha y secador de pelo. Cambio diario de toallas, también habian dos albornoces y secador de pelo. La limpieza correcta. Destacar que la calefacción siempre marca 27 grados la subas o la bajes, por lo que deducimos que la controlan ellos. Una pantalla plana de 42 pulgadas frente a la cama e interruptores con clavija redonda y las tres clavijas tipicas del pais. La cama en mi caso no fué del todo cómoda, ya que me iva hacia el lado exterior de la misma cuando dormia. Las recepcionistas amables, pero sobre todo los camareros del restaurante, Enrique en la cena no ayudó con algunas dudas del menú con su gracia andaluza y el otro chico de los desayunos muy atento con nosotros, también español. En general my buena actitud hacia el cliente. El restaurante es precioso,con una decoración elegante, y bonitas mesas rodeadas de sofas en circulo. También tiene una zona solo para tomar copas. Resumiendo, nos gusto mucho la localización y la atención, no tanto las escaleras al no poder acceder al ascensor. Lo recomiendo de todos modos, servicio de té y café en la habitación y madera de planchar con plancha, no hay parking en el hotel, pero si cerca aunque de pago.

I visited the W for the first time on Friday evening. From the moment we stepped through the door the experience was exquisite. We didn’t have a reservation however sitting at the bar in the upstairs lounge was wonderful. We met the lovely Sumith who educated us on everything wine related. Edson our bartender made some delicious cocktails. The experience was perfection from start to finish, I cannot wait to return!! To finish off our wonderful evening we were given access to the 12th floor, just WOW. I’ve not seen views like these in Edinburgh!!

El hotel tenía un buen aspecto, decoración nueva y buena atención , el check in fue muy rápido. Viajamos tres amigos que compartimos habitación. En la habitación , La tercera cama era un sofá cama y NO era confortable, debería ser cama de verdad supletoria. La puerta del baño no cerraba bien , no encajaba arriba y para cerrar la puerta para no molestar se hacía mucho ruido. Casi siempre faltaba alguna toalla de las que cambiaban. Uno de los días , a uno de nosotros le falto el juego entero de toallas. El desayuno era bueno y completo , con suficientes mesas para sentarse y distintos tipos de alimentos . En cómputo general ha sido un bien alojamiento

La habitación era muy agradable, pero el hotel estaba muy bien. La recepción y el propio cuarto estaban inmaculadamente limpios, la habitación era moderna y espaciosa con todas las instalaciones que necesitamos, las camas también son muy cómodas. En la recepción nos ofrecieron bebidas calientes complimentarias cuando nos gustaba y en las pasteles de la mañana siguiente se sirven las complimentarias que fue un hermoso toque. La ubicación es impresionante también en el centro, así que a pocos pasos de la ciudad nueva y la antigua, sobre todo sorprendente y cuando la próxima visita a Edimburgo estará reservando aquí otra vez x

El hotel está muy bien decorado, limpio y ambiente. La primera noche estaba en el rm 105, nos quejamos ante la recepción y se trasladaron a 203. Pero la cama sólo fue marginalmente mejor. La cabecera también está muy lejos de la cama, lo que hace que las piñas caigan a la espalda de la cama. Creo que es tan vergonzoso como todo lo demás era tan bueno. También quiero felicitar a todo su personal, que han sido muy bien manejados, agradables y profesionales. Por favor, ordene sus camas, es tan importante y es la única cosa que deja a su hermoso hotel abajo.

Aproximadamente 10-12 minutos a pie de la estación de tren. Tengo que ir al hotel para dejar el equipaje hasta comprobar en el tiempo. Sala lista (1pm) 🤗 El tren estaba a las 7:00. Desayuno por el que vale la pena pagar. Absolutamente fabuloso. Muchos de personal amigable, atento. Gracias 😊

1. Lugar del hotel: cerca de la puerta del Palacio de Holy Luther y la montaña de Carlton, la puerta está a cien metros de millas reales, caminando a unos kilómetros a la estación de Vivaly, básicamente la mayoría de las atracciones y compras de Edimburgo se han resuelto a pie, aunque es pequeña, Pero puede experimentar el paisaje local con un gran gas, El entorno del hotel: pequeño y hermoso, el entorno es muy tranquilo. La puerta trasera del hotel tiene un jardín delicado. El primer piso es una recepción muy cálida. En la mayoría de los casos, no hay personal. El huésped entra directamente a la puerta, quiere descansar en el sofá, beber café, ir al baño, lavar ropa y ropa, Aquí puedes hacer el autoayuda, a la voluntad, sin tener que ser restringido Instalaciones de la habitación: después de la estancia, el hotel me enviará una contraseña. Esta contraseña se abre el cuarto de recepción y el cuarto de primer piso. No necesitamos llevar la tarjeta de habitación con la entrada. Nuestra habitación está en el tercer piso, la maleta está un poco incómoda, gracias al administrador del hotel por su ayuda; La habitación es nuevamente decorada, todo está limpio y limpio, puede ajustar la temperatura de la habitación; hay una cocina pequeña en la puerta, básicamente satisface sus necesidades de cocinar, gracias a esta cocina, resuelve el problema de comer (Edimburgo tiene muy pocas opciones para comer); Esta vez estamos en un cuarto de cuatro personas. Además de la cama de 1.8 metros de la habitación, el sofá del salón se abre después de una cama doble, cómoda y cómoda; el baño es muy grande. La vista exterior de la ventana es hermosa y tranquila. Servicio: Peter, el administrador del hotel, es muy amable y paciente con nosotros para presentarnos la situación en torno al hotel Un par de pequeños consejos: 1. El hotel tiene un pequeño supermercado chino (como Meiji) y un Tasco a unos 400 metros. Es muy bueno, resuelve muchos problemas de comer Edimburgo era frío por la mañana y por la noche, recuerda llevar ropa de cama. Si necesitas ir de Edimburgo a Londres (o viajar por las ciudades del Reino Unido), se sugiere que te compres un billete de tren con antelación (en Trip.com es dos días antes, te compré un día antes de mi joya) mucho más barato que cada viaje, esta vez tenemos cuatro viajes de Edimburgo a Londres, En Londres, Cambridge y Oxford, compraron un billete de tres días, que sólo gastó menos de 4.000 dólares (de Edimburgo a Londres, cuatro personas, tres mil dólares), y el billete era un tren que podía sentarse en cualquier turno de una empresa operativa.