Javier R
2 de agosto de 2021
Estuvimos una sola noche en julio de 2021 (viajamos en familia, por lo que reservamos una habitación cuádruple). La atención fue muy buena y pudimos hacer reserva sin depósito previo (abonando al llegar). Pagamos $2800 por una cuádruple (unos U$S 15,50 al valor del día en que nos quedamos, que era U$S 1 = $ 180). El lugar es una casa vieja restaurada y decorada de manera espectacular (el salón central es hermoso, repleto de antigüedades, una biblioteca, un piano, etc). Hay TV por cable digital y unos cómodos sillones para sentarse a descansar. También hay disponible una mesita para poner una laptop y varios enchufes junto a ella (pude hace algunas cosas de laburo). Los tomas EN TODO EL HOSTEL son todos tipo I (enchufes de tres patas habituales en Argentina). Por suerte, una chica que atendía fue muy amable y me prestó un adaptador para mi notebook, que tenía enchufe de 2 patas (tipo C, el que tiene dos patas redonditas). Si viajás con algún dispositivo que tenga ese enchufe, recomiendo llevar adaptador por las dudas. La cocina es pequeña y quienes estamos acostumbrados a hostels vemos medio raro que no haya una gran mesa para comer, aunque hay dos mesas pequeñas en el hall y allí pueden comer 3 o 4 personas en cada una. Hay una pava eléctrica e infusiones a disposición de los huéspedes, para prepararse cuando uno quiera. En cuanto a las habitaciones, la nuestra daba a la esquina, en el segundo piso. Estando en la habitación sólo de noche, descansamos muy bien y no nos molestaron los pocos ruidos provenientes de la calle, pero hay que tener en cuenta que es pleno centro, hay tráfico constante y pasan varias líneas de colectivo, por lo que de día debe ser diferente el tema de ruidos externos. El dormitorio era decente en cuanto a decoración y el baño era cómodo. Había varios enchufes en el dormitorio (siempre con tomas de tres patas); las camas eran cómodas y dormimos bien. La zona en donde está ubicado el hostel es a una cuadra de la 9 de Julio y a una cuadra de Avenida de Mayo. Es una excelente ubicación para moverse por el centro a pie. Hay un estacionamiento abierto todo el día a 1 cuadra, donde recomiendo pagar una estadía de 24 horas ya que el estacionamiento en la vía pública en esa zona es complicado y si vamos a andar yendo y viniendo en el auto varias veces por día será mucho mejor llegar y entrar al estacionamiento que andar 15 o 20 minutos buscando un hueco donde parar, cada vez que lleguemos. El único problema que tuvimos es que a la mañana temprano me quise dar una ducha y no me salió agua caliente. La chica me dijo que podría ser por la distancia entre los tanques y la habitación, pero estuve como 5 minutos con el agua caliente abierta y no llegó nunca. La noche anterior se bañó otra persona y le salió apenas tibia (en un día súper frío). Creo que salvando ese detalle, es un lugar excelente para quedarse y la atención es muy cálida.