Muy desagradable experiencia. Primer día mi esposo se intoxicó con una empanada del restaurante, sabemos que fue eso porque la mía que era de otra cosa tenía pedazos fríos, lo demás que comió no era como para la intoxicación que tuvo y pues los pedazos fríos eran indicativo de que estaban recalentadas y se les echó a perder la carne en el proceso de almacenaje y recalentado. Segunda noche, boda en el hotel. Una verdadera pesadilla. No pueden pretender cobrar las noche al mismo costo con el ruido que hacen y el poco descanso que se tiene, pero por supuesto que lo hacen y se cubren avisando en el check in que habrá un poco de ruido porque tienen evento. No es un poco de ruido, es un verdadero sufrimiento. Viajamos con niña de 4 años y el sueño para ella y nosotros, imposible, parecía que estábamos en la fiesta de lo fuerte que se escuchaba la música que además duró de 2 pm a 2 am. Quien tiene niños conoce las consecuencias de que no duerman y el coraje que da como papás. Pero para el hotel es ganar ganar. Ocupación total, precios por la nubes y una boda que también les deja mucho dinero, desafortunadamente el negocio es primero y los huéspedes dan lo mismo. El servicio en el restaurante super tardado para comer porque también se les juntó con el banquete de la boda. Una pena porque el hotel está bonito, los jardines padrísimos, las experiencias divertidas y los empleados hacen el máximo esfuerzo por dar un buen servicio, desgraciadamente también tiene todo para ser un buen lugar para bodas que se deben repetir cada fin de semana y eso lo hace una muy mala opción como hotel de fin de semana. Si te quedas para una boda, excelente, si no mejor evitarlo. Definitivamente no regresaremos. Y si van a contestar como en todos sus comentarios, que lo lamentan, que piden una disculpa y que están trabajando en mis observaciones, por favor absténgase de comentar porque no es más que un copy paste para salir del paso, pero claramente no le genera la mínima preocupación.
Fabuloso
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