Usuario invitado
25 de abril de 2024
El hotel en sí es muy normal (incluso para los estándares cubanos), la comida es normal (nuevamente para los estándares cubanos, no esperes mucho, pero no pasarás hambre) y el ron fluye como un río. Varios restaurantes ala-card con cita previa. La animación es prácticamente invisible. En la orilla hay catamaranes y yates de forma gratuita. No hay suficientes sombrillas en la playa, las tumbonas están ocupadas por la noche. Las toallas de playa que te dan en el hotel son robadas, es mejor no llevarlas (o pagar 30$ después).
Al otro lado de la calle del hotel se encuentra el corazón de fiesta de Varadero, donde la vida nocturna comienza después de las 12 y continúa hasta la mañana.
El número de habitaciones es otra historia.
La reserva era para una habitación superior. Lo que significa "mejorado" no está muy claro. No había nevera ni hervidor de agua en la habitación y el secador de pelo se negó a funcionar durante el segundo uso. Había un televisor sin control remoto. Había una plancha (si funciona o no, no lo comprobé) y una tabla de planchar. No hay armario, hay percha con perchas. Seguro. Sistema general de aire acondicionado. El baño dispone de bañera, bidet, WC (sin asiento!!!!). Toda la plomería está muy gastada. No hay suficiente luz en la habitación. Los mosquitos entran volando, llévate un fumigador. La insonorización es pésima, se oyen todos los sonidos del pasillo.
Limpieza: durante las 6 noches que estuvimos alojados, se lavó el suelo una vez, no se cambiaron las toallas ni una sola vez y menos la ropa de cama. Entraron, hicieron la cama, recogieron la basura y se fueron. Todo.
La conclusión es la siguiente: no volveré a este hotel y no se lo recomendaré a nadie.
Texto originalTraducción facilitada por Google