Usuario invitado
31 de enero de 2023
Reservamos con 2 semanas de antelación e intentamos que nos facilitaran hacer un check-in antes de las 16 horas, que era lo establecido (llegaríamos después de un tortuoso viaje en barco de 14 horas y sin dormir). No hubo manera durante días que nos cogieran el teléfono o que contestaran a nuestros emails. Finalmente nos presentamos en la puerta y nadie nos abrió hasta pasados 10 minutos. Nos atendieron dos limpiadoras, que son las que nos dieron la llave de nuestra habitación. Por cierto, habitación más pequeña que la contratada, a falta de mantenimiento, malos remates, toalleros fuera del alcance, wc suelto, lavamanos en vez de lavabo, las puertas de la terraza no cerraban, se echaba en falta algún mueble, sin cortinas opacas o nevera! Eso si, resalta la limpieza que es totalmente impecable. En ese momento, no sabíamos si quedarnos o salir pitando de allí. El hotel no dice nada desde el esterior, pero una vez que entras, te sorprende la decoración y el diseño de espacios, son de revista de decoración. El desayuno lo ofrecen a parte de la reserva a muy buen precio, pero quizás sea algo escaso de productos. No vimos a ningún responsable y siempre quien nos atendió fueron las camareras y limpiadoras, también al hacer el check out. Una pena de establecimiento, porque con una buena Dirección que corrigiera todos esos fallos, podría estar incluido en cualquier lista de hoteles con encanto.