Usuario invitado
1 de marzo de 2024
Un lugar encantador para aloj****, lejos de la zona turística de Petite France, pero a solo quince minutos a pie. Hay bastantes buenos restaurantes en la zona, principalmente lugareños que van allí, no son las típicas trampas para turistas. El hotel es pequeño, con un aire ligeramente anticuado, nada de sus pasillos oscuros hipermodernos y su diseño minimalista. Servicio amable y sonriente. Se siente un poco como volver a casa. También hay un pequeño spa y, si les avisas a tiempo, encenderán la sauna por ti. Veinte minutos es todo lo que necesitas. El desayuno es variado, con el habitual tocino y huevos revueltos, luego huevos duros, una pequeña selección de quesos y embutidos, fruta, semillas, muesli, zumos, panes y tortitas.
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