Usuario invitado
15 de agosto de 2023
Con fecha 11/08/2023 formalicé reserva en "CORTIJO SOLERA, LA CASA DE BEORN" ubicado Cortijo la Cuesta, 40, 18410 Soportújar, Granada. Dicha reserva se realizó a través del comercializador turístico ***********. En la página de este comercializador, las imágenes alusivas al establecimiento mostraban un espacio que generaba unas expectativas acordes al precio solicitado por el comercializador y que fue de 314,28 EUROS impuestos y cargos incluidos. *********** muestra, para este establecimiento, un código de calidad 3 sobre 5, en virtud de los servicios e instalaciones que los propietarios indican que disponen. Llegados al establecimiento, tras un tortuoso camino de montaña, encontramos un lugar desolador, muy lejos de lo que las imágenes y fotos. La piscina estaba llena de hojas de árboles y de insectos muertos, no es normal es que nadie las hubiera retirado cuando tenían prevista la ocupación de las habitaciones. Al mostrarnos las habitaciones comprobamos una realidad que no hacía justicia a lo que habíamos comprado. No se nos pide documentación alguna, ni se nos da un contrato de hospedaje ni nada similar. Tratamos de buscar un alojamiento por la zona, pero no nos fue posible encontrarlo. A pesar de todo: no disponer de la zona común con los sofás, mesas y enseres que se muestran en las fotos, no tener wifi como indicaban, no disponer de la ropa de cama y mobiliario mínimo exigible y en buen estado de uso, etc. etc. decidimos afrontar la situación con nuestro mejor ánimo y dejarlo pasar. Tras volver de Soportújar, como a medianoche, nos encontramos que NO EXISTÍA ni una sola luz para iluminar el alojamiento. No había luces balizando el camino de acceso entre la zona de aparcamiento y las habitaciones, a pesar de que el camino no estaba adecentado, presentando tierra y piedras sueltas, cascotes de obra y basuras como tubos, latas de bebidas, etc. Tuvimos que usar nuestros móviles para llegar a las habitaciones. Cuando entramos al baño, en alguno de ellos (hab. 2) el inodoro estaba totalmente desencajado del suelo, siendo peligroso sent**** sobre el, y el fuerte olor que desprendía en toda la estancia era nauseabundo. En la hab.3 cuando descubrimos la cama las sábanas (a pesar de parecer nuevas) tenían unas grandes manchas. Sofocados por el calor que hacía en las estancias, constatamos que los ventiladores sobre las camas, que además eran la única iluminación de la estancia gracias a una bombilla sin tulipa ni nada, no funcionaban. Al tratar de abrir las ventanas del baño y la estancia al pasillo exterior, constatamos que las mosquiteras estaban rotas, con grandes agujeros y por donde no solo podrían entrar mosquitos y moscas, sino que podrían entrar otro tipo de animales y bichos del campo. Al tratar de cerrar las ventanas (para evitar que ningún bicho no deseado pudiese entrar) no es posible hacerlo pues está la madera hinchada y los cierres no funcionan. Eso además de sucias y descuidadas en pintura, etc. La cuestión es que, a pesar de tr