Usuario invitado
21 de abril de 2023
Huéspedes chilenos, casi todos los huéspedes son extranjeros de Brasil y Norteamerica. Vinimos en pareja donde me pidieron matrimonio en nuestra tercera cena. Descorchamos la fabulosa champagne, la Piu Belle blend es fabuloso, Milla Calla es más transversal, Piu Belle Rose fresco, primaveral y todo es gastronomía gourmet orgánica. Nos trajimos vinos Vik A que sólo comercializan hacia el extranjero y no en nuestro país. El diseño, el arte y la arquitectura que envuelven esta creación, lo hace único en Chile. Escogimos la habitación Vicky Money una inspiración a la patria y a la región de Ohiggins, espectacular vista. Destacar que el corazón está en manos del equipo que hace el restaurant a mano de SEBASTIAN un Sommelier único. Muy profesional y humano. Junto con su equipo de garzonas destacando y reiterando este capital humano en Barbara, Mariel, Caro y Coni. Su disposición y amabilidad hicieron grata nuestra estadía. El punto débil de Vik está en la recepción el espacio que no es definido y no está a la altura del hotel ya que utilizan la misma tienda de souvenirs para ello. El trato un tanto tosco de la subgerente, nos llamó mucho la atención, falta amabilidad en esa línea que es esencial. La informalidad de atención en check in y check out, en cuanto al espacio donde lo tienen establecido. Volveríamos y lo recomendamos para una ocasión especial ya que sera inolvidable. Hoteles de esta categoría en Chile no son más de 5. Este es el techo. Nuestras felicitaciones a Carrie y Alexander Vik, que llegaban el mismo día que nos fuimos no pudimos conocerlos. Gracias por tan sublime experiencia.