Usuario invitado
31 de enero de 2023
Tras dos semanas recorriendo Sri Lanka, este era el penúltimo hotel. Éramos un grupo de 11 personas más nuestro guía, de origen cingalés, y solo en este hotel tuvimos problemas, en todos los demás fuimos tratados de forma exquisita. Para empezar, nos exigían el pago en metálico y en DÓLARES. Uno de los integrantes del grupo, tras larga discusión, logró que nos aceptaran RUPIAS (moneda oficial del país). Sucedieron otros hechos no muy agradables, pero a lo que ya no dábamos crédito es cuando se negaron a alojar a nuestro guía por ser cingalés (teníamos reserva de habitación para todos). Obviamente, no lo expusieron de ese modo, pero pusieron todas las trabas posibles para que no se alojara en el hotel, y lo consiguieron. Finalmente, nuestro guía buscó habitación en un alojamiento cercano. Y el grupo, como era una sola noche y luego continuábamos nuestra ruta, decidimos pernoctar, eso sí, con muy mal sabor de boca. Jamás volveremos. Desde luego, no recomiendo un hotel cuya gestión incluye prácticas ******as. Una vergüenza en pleno siglo XXI.