Sara Village

En princípio. Íbamos a quedar 2 noche, pero después añadimos una más. Los chicos de la recepción fueron super amables; supetaron nuestras expectativas; siempre con una sonrisa sugeriendo paseos y listos para ayudarnos en lo que fuera.

El hotel ofrece habitaciones con camas más grandes con un suplemento en el precio, pero todas las camas son iguales. También se publicitan con "desayuno incluido", pero no es cierto. La finda nordica olía mal. El baño tenía olor de cloaca.

En principio no iba a poner una nota tan baja a pesar de que no recomendaría este lugar a nadie y porque pensaba que al menos el personal se salvaba pero, justo después de hacer hacer el check out me llega notificación de que el establecimiento informa a booking de que no nos hemos alojado para que no me de posibilidad de dejar una valoración. Qué casualidad! Nos tuvimos que cambiar de habitación pero acabó resultando ser también muy desagradable. Instalaciones sin mantenimiento, humedades en techos y paredes, ruidos de otras habitaciones, higiene deficiente, telarañas debajo de la cama y en esquinas, cucarachas y cienpiés (matamos 5) y además nos dejaron una de regalo detrás de la cama, el extractor del baño no funcionaba pero hacía mucho ruido y la humedad, sólo aumentaba tras cada ducha que además olía a agua residual. No podíamos dejar la ventanas abiertas porque entraban más insectos. El comedor compartido, que es donde tiene también su oficina, olía a cerrado y a la hora de ir a hacer uso de cubiertos.. no había. En fin... todo un despropósito, me daría verguenza tener un alojamiento así.