Usuario invitado
29 de agosto de 2022
La verdad que nos sorprendió de inmensa manera. Incluso nos pareció mejor que en las fotografías. Las habitación amplias, confortables y sobre todo muy limpias. El baño, de igual manera, muy amplio, moderno y limpio. La ducha una autentica maravilla, amplia y con la presión y temperatura del agua perfecta. Además nuestras habitaciones incluían un amplio balcón donde sentarse comodamente con vistas a la ciudad antigua de Jerusalén. La cama, amplia y muy cómoda. El servicio muy atento y simpático. Nos ayudó y nos hizo sentirnos muy cómodos en todo momento. En el último piso hay un bar donde poder tomar algo tranquilamente y con unas maravillosas vistas a toda la zona antigua de Jerusalén. La ubicación también es muy buena, situado en la zona nueva árabe y cerca de varias puertas de la muralla que dan acceso a la ciudad antigua. El desayuno, tipo buffet, muy amplio y de gran calidad.