Camping Fuente de Regustrán

Las parcelas son muy grandes. El personal muy atento. Las duchad y baños estan bien y son grandes. Los vecinos geniales! Tiene piscinas y el rio al lado. Eramos novatos y nos ayudaron en todo, volveremos el año que viene.

El camping es muy familiar en cuanto a reducido número de parcelas, que es lo que siempre buscamos en vacaciones. Puedo asegurar que como espacio, son las parcelas más grandes en las que hemos estado y que cuentan, además de con luz, con toma de agua. Tiene acceso directo al río y cuenta con las piscinas municipales (que son tres) como si fuesen propias. El enclave es perfecto para conocer diferentes pueblos de la comarca. Por cierto, lugares preciosos que desconocíamos. Merece la pena conocer la provincia de Huesca. Los dueños y el personal, de 10; empezando por Victor y Miriam, encantadores y dispuestos a solucionar cualquier problemilla. Además, nos recomendaron los lugares a visitar y nos han fascinado. Nos ha encantado tener el restaurante con una carta normal entre semana y la especial de los fines de semana. Esta última, todo un lujo y a buen precio. Gracias, David, por alimentarnos tan sumamente bien, y Pilar, por colaborar a ello. Y con las camareras que había en julio no podemos más que quitarnos el sombrero ante la encantadora Paula y la arrebatadora María. Entre todos nos han hecho sentir como si estuviesemos en nuestra casa de vacaciones de siempre (incluso con charlas de sobremesa después de cenar) aún sabiendo que es poco probable que volvamos porque cada verano nos movemos por diferentes puntos del país. Vamos, que el encanto de todos, les sale natural. Para nosotros (7 personas en dos carros-tienda, sin niños), la esperiencia ha sido muy buena, los vecinos, de esos que están fijos varios años, también muy agradables. Sólo puedo escribir pros. Contras los habrá, seguro, sobre todo porque no todos nos fijamos en lo mismo, pero para reparar en ellos, invito a campistas a conocer este rinconcito.

La comida muy buena y el trato del personal es excelente, son súper atentos. Comimos en la terraza del restaurante con vistas al río, se estaba genial y muy tranquilo el sitio. Lo recomiendo totalmente.

El trato del personal no puede ser mejor. Amables, simpáticos y eficientes. La comida buenísima. Nosotros elegimos terraza. El sitio es tranquilo e ideal para ir con niños, tanto por la comida como por los alrededores. Repetiríamos sin dudarlo.