Casa Rural El Melojo(Casa Rural El Melojo (Gastroteca Imela))

Me gustaría volver atrás hasta el día que decidí comprar el alojamiento en esta casa rural El Melojo de Hornachuelos y dar atención a las reseñas.. pero por desgracia no lo hice y me paso factura... Tengo que contar lo que me paso en nuestra estancia... Entre la falta de igiene de la habitación y la del baño,se añade el olor que teníamos que aguantar que subía de la cocina,el ruido del extractor hasta de noche sin poder descansar hasta una cierta hora..de que me puse a limpiar y desinfectar el lavabo, el váter,el plato de ducha para poder utilizalos..A dejar la reseña en Booking (porque hemos comprado a través de ellos el alojamiento) nos reenvía la reseña por WhatsApp el propietario del alojamiento y empieza a decirme de todo: insultos,amenazas, umillandome de la manera más desagradable,atacandome con malas palabras tanto a mí cómo a mí hija de 13 años, acusandome de cosas que no hemos hecho, que hemos dejado en malas condiciones la habitación, que hemos agredido físicamente y verbalmente as personal... Inimaginable . Hasta ahora no sabía que existe en realidad este tipo de personas.Me gustaría que estás experiencias las Lee toda la gente que tiene intención de ir a este alojamiento para no tener que pasar por la misma experiencia, que a mí me a marcado de manera inesperada.Por favor no hagáis el mismo fallo de no leer Antes las reseñas.Os ayudará a evitar el disgusto de la peor experiencia de la vida en un alojamiento

Hemos ido a tomar café y la camarera no nos ha limpiado ni la mesa, hemos tenido que estar con el resto de comida de otros clientes. No nos han traído el agua que habíamos pedido. Cuando hemos ido a pagar nos han hablado súper mal diciendo una camarera a otra que no nos iba a atender ella porque no quería cobrar por separado. Han sido muy antipáticos. Menos mal que venía comido porque si no me muero allí de hambre. No recomiendo nada este bar.

Mal rollo en cocina. Se escuchan las voces y ven las malas formas del cocinero jefe con el personal. Me sirvió una tapa diferente a la que yo pedí sin preguntarme. Sencillamente lo decidió él porque no había la tapa que yo había pedido. Por supuesto la devolví personalmente a cocina y me la retiró élconmuy malas formas y sin disculparse. Además y no menos importante, ausencia total de mascarilla en el personal de cocina y en la camarera que está en la barra principal. Además se te quitan las ganas de comer cuando ves que todas las voces, instrucciones y conversaciones se realizan ante la barra donde están expuestos los platos que van a ser servidos en las mesas. Estoy en época de COVID tiene aún mayor riesgo aunque en todo momento se debieran mantener medidas higiénicas que en este restaurante son inexistentes.

Fuimos a comer en familia a este restaurante. Muy lentos para traer la bebida y además caliente para ser principios de septiembre con más de 35 grados. También fueron muy lentos para traer la comida. El plato típico de la zona, carne de monte, sin sabor, nada comestible. El flamenquín, muy subido de sal, los fingers de pollo congelados... en fin, para no repetir.