Hoteles cerca del FirenzeArt gallery, Florencia

La cocina está en el sótano y es muy sencilla, y el ascensor que lleva al piso siempre tarda mucho por alguna razón desconocida, pero la ubicación es buena, cerca de la estación de tren, y en el último piso puedes disfrutar del Vista lejana de la Iglesia Baihua!

Muy satisfecho en general con el hotel. No conocía la cadena de hoteles B y B pero me he llevado una grata sorpresa con el servicio. Conserjería con muy amable atención durante todos los horarios. Tienen recepcion 24horas. Desayuno bastante completo para el precio. Habitaciones limpias. Excelente señal de WIFI y TV con Chromecast ! Tienen un mini market muy completo 24horas con microondas, cubiertos y vasos para poder sacarte de apuro si llegas tarde al hotel y deseas comer allí. La única ”limitante” es que está ligeramente un poco alejado del centro de actividades aunque tomando el tranvia se puede llegar en 15-20 minutos más 5 cuadras caminando pero es por ello que el precio de este hotel está algo más económico que los del centro. Lo recomiendo y volvería a ir si tuviera que regresar a Firenze.

El hotel es limpio, pero está cansado. El concierge masculino añadió 30% al precio de los billetes de autobús , los billetes de los días siguientes fueron igual de precios en el billete real. Los hace poco fiables. Pobres desayunos. Y el servicio es malo. Los italianos reciben un buen tratamiento y el inglés no son . No saben cómo tratar a los huéspedes pagando con igual respeto.

El hotel es grande las habitaciones grandes y cómodas pero en una zona muy mala,está en un polígono como a 20 minutos de una parada de tranvía andando por calles solitarias. En los alrededores por la noche no hay nada para poder comer o tomar algo, el hotel está vallado como una cárcel y te hacen pagar las tasas antes de darte la llave de la habitación además no te permiten pagarlas con tarjeta solo dinero efectivo. El desayuno al ser un grupo fue muy escaso y de mala calidad, no hay ni fruta ni tostadora de pan , el zumo era agua con colorante ....No lo aconsejo si vas a visitar Florencia, en mi caso fuimos en un circuito y fue lo que nos tocó .

El lugar es muy cómodo con execelente servicio y personal. El desayuno es perfecto y completo. El barrio es súper tranquilo,cerca del río y de lindos lugares para caminar y disfrutar. A casi 3 km del ruido del centro, ideal para caminarlo.

Ha sido una experiencia totalmente positiva. El hotel es muy acogedor, con instalaciones adecuadas y confortables. El personal, muy agradable y atento, satisfaciendo todas las necesidades de los huéspedes. La habitación de categoría superior, excepcional. Posee una bonita piscina que no se nos ha permitido utilizar. El desayuno buffet está muy controlado, por lo que te toman el pedido en la mesa y luego te traen los alimentos. Hemos percibido, falta de personal, ya que las esperas en atención eran demasiado extensas. Las medidas de prevención para el coronavirus son acordes con las exigidas. El resultado final es muy satisfactorio y recomendamos totalmente visitar este hotel.

Última etapa de ruta por la Toscana, cogimos este hotel una sola noche por su cercanía al aeropuerto ya que salíamos para Madrid en el primer vuelo. Gran sorpresa: hotel muy bien reformado, habitaciones muy amplias y baño impecable. Además tiene una zona de piscina magnífica, que en un día caluroso como el qué estuvimos, nos vino genial. Aparcamiento sin problemas en la misma puerta.

Hoteles en Prato Central, el hotel está situado en una excelente ubicación, a cinco minutos a pie de la estación de tren y del mismo centro de la ciudad. Habitación limpia, con ventana con una agradable vista al río Bisenzio, sin belleza estética particular (puede ser ligeramente más luminosa) pero funcional para el propósito, es decir, hacernos dormir bien y en tranquilidad gracias a la buena insonorización y a la cómoda cama. Aire acondicionado, TV y baño moderno con baño. De este último el único pecado pequeño (pero es querer ser pingüinos) es la posición un poco incómoda del interruptor de luz, posicionado cerca del espejo y no en la entrada. La bondad y la disponibilidad del personal, En particular, el señor a la recepción que nos ayudó en más de una ocasión - primero teóricamente y luego prácticamente- con un problema al cerrar la puerta de la habitación. Aparte de este pequeño desventaja el hotel ha demostrado ser válido también para la relación calidad-precio muy conveniente y puede ser, por lo tanto, una buena elección para quién debe permanecer en Prato.

Lo que más nos gustó fue la ubicación, así como el apartamento en sí. Además, la piscina (¡cuando estuviera disponible!) era muy adecuada para niños y ciertamente era lo suficientemente grande (aproximadamente 22 mx 10 y un máximo de 1,50 m de profundidad). ¡Falta total de gestión adecuada y mantenimiento general de la propiedad y el apartamento! La ”gestión” diaria era estrictamente responsabilidad de dos señoras con exceso de trabajo, bastante jóvenes e inexpertas, que trabajaban por turnos (con aproximadamente 35 habitaciones y al menos el doble de huéspedes). Debido a esto, la recepción estuvo prácticamente vacía y no fue posible contactar con la dirección, ni en recepción ni por teléfono. La piscina (que era el único accesorio verdadero disponible en el lugar) estaba fuera de servicio y no se limpió/filtró durante casi dos días debido a reparaciones ”necesarias” (que deben realizarse en temporada baja o fuera de temporada, ¡NO en temporada alta! ). Nuestra hija se cortó el pie con baldosas rotas y muy afiladas, que se habían soltado del borde... Una falla técnica de nuestro aire acondicionado, tardó más de 2 (!) días en solucionarse (¡no resolverse!), solo después de que puse Una queja y esto en temperaturas que alcanzan los 36°C y temperaturas nocturnas no inferiores a 25°C (nos alojamos 7 noches). Sin embargo, ¡pueden monitorear el funcionamiento del aire acondicionado en cada habitación desde el frente! El desayuno fue realmente divertido y, por lo tanto, demasiado caro para llamarlo ”desayuno”: los dos empleados del ”equipo” estaban muy desmotivados y nada amigables, lo que resultó en una falta constante de reposición de la comida, cuya elección era ¡Muy limitado y no digno del precio a pagar!