Usuario invitado
22 de febrero de 2023
Preciosa posada a unos 5 kms. del centro de Carmelo. Pura paz, tranquilidad, sosiego. Amabilidad total de parte de Florencia, que es la encargada del lugar y que hace unos desayunos maravillosos. Fielmente acompañada por Tongo (su perro) y Obsidiana (su gata). Habitaciones sencillas pero muy cómodas. Amplio el baño. Precioso living / sala de estar / cocina / comedor. Como sentirte en tu casa pero con un paisaje mucho más calmo. Hermoso parque, súper cuidado y prolijo. Gracias a Yanina (la dueña) por su paciencia ante todas mis preguntas y por los datos de Cayetano (el mejor taxista de Carmelo) y del lugar para almorzar apenas llegamos.