Usuario invitado
23 de agosto de 2023
Sencillez exquisita a todos los niveles. Es un pequeño hotel de 10 habitaciones, un pequeño salon, un comedor interior y exterior todos ellos comunes decorados con mimo y muy confortables. Las vistas son increíbles, en primera linia de mar. Ver como sube y baja la marea es un espectáculo cada dia. Es un hotel familiar, no esperéis ostentaciones porque no las hay. Solo lo imprescindible y con eso hay mas que de sobras. El personal atento y encantador. Veníamos con intención de do dos dias y nos quedamos 4. Gracias Isabel y familia. Volveremos, seguro, y con cierta frecuencia.