Usuario invitado
26 de agosto de 2021
No suelo explicar cuestiones personales cuando escribo sobre los lugares en los que me alojo pero en este caso quiero hacer una excepción. Nuramar Resort & Villas está situado en Cala En Bosch (Ciutadella) y reunía todos los requisitos que un grupo de amigos requería para pasar unas vacaciones tranquilas al tiempo que nos garantizaba el poder mantener las medidas de seguridad que la situación sanitaria demandaba en agosto de 2020. Desgraciadamente tuvimos que cancelar la reserva por motivos del COVID dos días antes de nuestra partida. En el momento de anular la reserva hablé el director y dueño del complejo, quien empatizó enseguida con nuestra situación e invitándonos a alojarnos con ellos en un futuro. Así, pasado un año y al habernos quedado con las ganas de pasar unos días de vacaciones en Menorca, contactamos nuevamente con el equipo de Nuramar. Ha sido la primera vez que me he alojado en una villa y he de reconocer que ha sido muy cómodo. El hecho de tener entrada independiente a través de los cuidados jardines del complejo, que los huéspedes estén repartidos por las villas dando la sensación de pueblo acogedor y la suficiente privacidad tan difícil de conseguir. La villa que teníamos reservada cumplía con nuestras expectativas. En la planta baja estaba la cocina abierta totalmente equipada con salón-comedor, baño además de una terraza que daba acceso al jardín del complejo y un patio privado donde colgar las toallas y bañadores. En la planta superior dos habitaciones (una con terraza) y otro baño con bañera. Toda la villa disponía de aire acondicionado. Un punto a destacar fue el colchón, uno de los más cómodos que recuerdo. Desde el momento de nuestra llegada el personal de recepción nos trató de forma exquisita, haciendo que nos sintiéramos acogidos, cómodos y que aumentara la sensación de vacaciones. Quisiera hacer una mención especial al trato y generosidad de Pino (director/propietario) y la empatía e implicación de Tessa (recepción) con quien mantuvimos el contacto previo a nuestra llegada junto con la amabilidad de Cristina y el personal del bar. Todos ellos consiguieron que, como digo en el título de esta reseña, la asignatura pendiente haya sido aprobada con buena nota. En resumen se trata de una perfecta opción tanto para parejas, familias o grupo de amigos para relajarse y pasar unas tranquilas vacaciones. Además de poder escoger si disfrutar de las instalaciones desayunando o tomando una copa al lado de la piscina vigilada por socorrista, pasearse por el paseo marítimo que hay en los alrededores, visitar el faro, bañarse en playa o, simplemente, tener el resort como base para visitar la isla.