Usuario invitado
29 de mayo de 2021
Este hotel me dio una gran sorpresa! ¡Pensé que era tan barato, y nadie comentó que debía ser malo! Cuando llegué durante la epidemia, pensé que había poca gente, ¡pero descubrí que este hotel es el favorito de los lugareños! Muchos lugareños viven aquí, van a su patio, es como descubrir una fiesta hippie con hogueras, mucha gente joven viene aquí a jugar, la habitación no está muy limpia, ¡pero me gusta el estilo! No hay wifi, después de todo, ¡el precio no es demasiado alto! El desayuno está bien, no apto para gustos chinos, un huevo, un plato de tomate y pepino, pan de queso, aceitunas, ¡bueno! El propietario es muy entusiasta, ¡dos jóvenes guapos turcos! Todos los viernes, hay un mercado al lado del hotel, donde las cerezas, los nísperos, las fresas están al precio del repollo. ¡20 liras compran mucho! ¡Impresionante!
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