Los mejores apartamentos en Santander

Un nuevo hotel de referencia en Santander. Hasta ahora me he alojado siempre en el H. Hoyuela o en el H. Gran Sardinero en mis desplazamientos a la ciudad de Santander. Me gusta la zona, el paisaje, la tranquilidad, etc., pero en esta ocasión no pudo ser y me decanté por el Silken Coliseum. Fenomenal y un auténtico acierto. Ha sido una magnífica experiencia y un nuevo hotel de referencia en el centro de la capital cántabra. El personal de recepción muy amable; la habitación amplia y limpia; el bufet del desayuno de diez, y si te decides por comer en el propio hotel un menú de fin de semana, igualmente, genial. Poco más que añadir salvo que repetiré y muy a gusto. Mis sinceras felicitaciones al equipo del Silken C. Un abrazo.

Hemos estado 10 días y todo muy bien como siempre, es la tercera vez que vamos. Habitaciones muy limpias. Cama cómoda, mucho espacio para guardar tus cosas. Al llegar tienen un detalle te regalan unos bombones y unas zapatillas. Las habitaciones estan muy bien insonorizadas. Personal de cafetería muy amable, tienen algunos platos para una cena ligera si nonte apetece salir a cenar fuera, el único pero es el horario de la cafetería. No abren hasta las 10:30 que es cuando cierra el bufet del desayuno, y los que no tenemos bufet tenemos que salir a desayunar todos los días fuera, hubiese sido mas cómodo desayunar dentro del hotel.

La ubicación y los detalles de la cadena Vincci hace excelente opción para aloj**** en Santander La zona es de las mejores en Santander El hotel tiene todo lo necesario para poder descansar y visitar la ciudad Cerca de las zonas de restauración y cerca de las zonas de visita obligada Habitaciones confortables y acogedoras y si reservas vista al puerto pues mejor Desayuno aceptable pequeño el comedor pero se hace cómodo Personal muy atento en recepción y servicios restantes El ascensor a veces está muy solicitado eso hace que a veces hay que esperar un rato para utilizarlo Por cierto la botella de agua de cortesía te la renuevan todos los días y de eso tienen que aprender otras cadenas hoteleras algunas con mucho nombre Por último hay un parking publico enorme en la misma puerta literalmente Lo recomiendo cien por cien

dos noches en pareja en este hotel donde encontramos lo que esperábamos por las críticas que habíamos visto. buena relación calidad-precio, registro de entrada y salida rápido y fácil, recepcionista amable, limpieza y mobiliario satisfactorios, el lavabo del baño es un poco pequeño pero nada grave, necesita un automóvil pero el estacionamiento no es un problema. el centro de la ciudad está a cinco minutos en coche. no hay minibar en la habitación y solo una máquina expendedora en la entrada

El hotel está situado en un polígono industrial, a unos 20 minutos en coche del centro de Santander. Las instalaciones no estaban mal, pero había algunas tuberías a la vista y algunas moquetas manchadas en el pasillo. La habitación en sí estaba bastante bien, era grande, y el baño era muy amplio también. Lo único que echamos de menos fue un minibar, pero todo lo demás bien. Seguramente volvería a quedarme allí.

Situación inmejorable. Buena zona para aparcar. El personal de recepción muy atento. La habitación muy amplia y acogedora, y muy muy limpia. Hotel muy tranquilo, nada de ruidos del exterior ni en los pasillos. Muy recomendable para una estancia en Santander.

Me quiero referir a su cafetería . Nos apetecía ayer merendar y pensamos en ir al Hotel Sardinero, puesto que estábamos por allí cerca. Como dentro estaba todo lleno, tuvimos que salir fuera, ya que tenían terraza cubierta y estufas nos decidimos. Después de esperar 5 minutos viendo que no salía nadie, tomamos la iniciativa de entrar y preguntar si no íbamos a ser atendidos, y así hicieron. Cuando llegó el camarero, le pedimos churros y tortitas y nos dijeron que no trabajan ese tipo de productos, con lo cual le preguntamos que si daban meriendas, a lo que su respuesta fue afirmativa, pero no nos proporcionó ningún tipo de información sobre esto, por lo que pedimos cafés, chocolates y zumo de naranja natural ,volvimos a insistir en que tipos de productos tenía de merienda a lo que respondió con una serie de alimentos que tenía disponibles, de los cuales pedimos en torno a las circunstancias, una vez pedido el camarero tuvo que realizar varios viajes ya que le faltaban la mitad de las cosas pedidas, las cuales dejaban mucho que desear, siendo un hotel de 4 estrellas .Especial mención, al zumo de naranja natural, que no lo era, se lo comentamos al camarero y este respondió que si lo era , le volvemos a decir que no creemos que lo sea y el se puso a discutirlo y que sino era recién exprimido es porque lo exprimirían por la mañana , atónitos con su respuesta ,nos refutamos en nuestra idea clara de que no era natural, y acabó contando que no era de la mañana porque no tenían exprimidor, pero, que era natural. Llegados a este punto le pedimos que lo retire y que cuando pueda nos traiga la cuenta . Y murmurando de mal modo se fue .

Dejamos atrás Bilbao y las maravillas del País Vasco para arribar a Santander. La elección del Hotel Bahía fue muy acertada.! Ya nos impactó la ubicación, sobre el paseo marítimo, en la vecindad de un parque estupendo y casi enfrente del Centro Botín. Es un hotel de amplias instalaciones, con una magnífica recepción que permite, a través de sus amplias ventanas, visualizar el exterior y conectar con su sector de Bar y restaurante. Muy cálida bienvenida por parte de los funcionarios de recepción quienes nos ubicaron en la habitación 726, Muy buena habitación, con todo lo necesario para un buen descanso e higiene. Que decir sino elogios para el desayuno con diversidad de excelentes productos. Si bien fueron solo 2 días que estuvimos, nos resultó muy placentero.