Es un lugar de atracción de los pequeños cubanos, donde todos necesitan caballos, pasar por la misteriosa selva y llegar a un pueblo. Los muros y techos de la aldea pintan grandes pinturas, color marrón y color, dando fuertes shocks visuales, y los aldeanos de aquí son muy humildes, muy entusiastas, absolutamente valer la pena ver.
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Es un lugar de atracción de los pequeños cubanos, donde todos necesitan caballos, pasar por la misteriosa selva y llegar a un pueblo. Los muros y techos de la aldea pintan grandes pinturas, color marrón y color, dando fuertes shocks visuales, y los aldeanos de aquí son muy humildes, muy entusiastas, absolutamente valer la pena ver.