Mi primera visita a Belfast fue cuando tenía 10 años, ahora tengo 59 años, y todavía estoy tan fascinado como en aquel momento. Si es posible, tienes que bajar a la sala de motores y a la sala de estar. Es fascinante ver la estructura interna de un barco como éste. Los pequeños pasillos y las cuerdas verticales son una tontería para niños o personas que no pueden hacer nada, y son muy comprensibles.
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Mi primera visita a Belfast fue cuando tenía 10 años, ahora tengo 59 años, y todavía estoy tan fascinado como en aquel momento. Si es posible, tienes que bajar a la sala de motores y a la sala de estar. Es fascinante ver la estructura interna de un barco como éste. Los pequeños pasillos y las cuerdas verticales son una tontería para niños o personas que no pueden hacer nada, y son muy comprensibles.
Uno de los más grandes círculos de la Segunda Guerra Mundial, aunque debería mencionarse, que había participado en varias guerras marítimas, y se dice que Corea del Sur también había participado en la guerra contra el río.
El Museo de Cangrejo de Belfast, el Cangrejo de Cangrejo de Belfast, es un cangrejo de Edimburgo, construido por la Marina Real británica en los años 1930. En 1938, el agua de agua dulce, con una cantidad de depuración de 11 553 toneladas, se construyó una de las mayores cisternas de la Marina Real, con dos torres de tres montañas de tres montañas, cada una con cuatro tres montañas de seis pulgadas (152 mm). El ayuntamiento se convirtió en una persona en la segunda guerra mundial y se convirtió en una lucha de lujo, y ahora está estancado en el Museo de Guerra Imperial cerca del puente de la torre del río Tamisa en Londres.
Es la elección de mi marido, y me gusta la visita. Es fácil encontrarla y llegará un pequeño camino desde la estación. Pasamos alrededor de 90 minutos en el barco y caminamos por todas partes. Es muy interesante, pero por favor tenga en cuenta las escaleras. El personal es amigable y con gusto, y también es un buen lugar para hacer fotos de la Torre de Londres o de la Torre de Londres y del Puente de Londres.
Atracción especial para visitar los Tames de Londres, que es inusual en una ciudad capital.
En la cabaña de guerra, hay muchas exposiciones de capas, cada una de ellas con un sonido que se encuentra en su lugar, cuando la vida en el barco se ha visto tan bien como era.