Usuario invitado
5 de mayo de 2024
Estupendo hotel con habitaciones amplias y muy tranquilas. la nuestra daba a la pared interior de la iglesia románica de Sta Mª de Horta, una de las muchas y bonitas iglesias que tiene la ciudad. Teníamos el sueño protegido y la tranquilidad garantizada y en efecto no se oía ni el más mínimo ruido. Estuvimos cuatro dias con ocasion de un encuentro médico. El hotel se encuentra en lo que era un antiguo convento, que después pasó a ser fabrica de destilados y hay una ala más moderna dónde están la mayoria de las habitaciones. El comedor grande y el del desayuno así como la antigua fábrica se encuentra en el lateral de dicha edificación. Un servicio y una amabilidad más que remarcables, pedías el huevo frito y enseguida lo tenías en la mesa, incluso encontramos a un compatriota de El Vendrell, que estuvo muy contento de saludarnos¡¡¡¡ La llave se desimantaba y enseguida me hacian una nueva al momento¡¡¡¡¡El desayuno muy bueno e incluso la cena de uno de los dias fue estupenda¡¡¡¡Y sobretodo el vino de Toro, que si o si, se servía en todas partes en la ciudad¡¡¡ El hotel está situado no lejos de la cuesta de Balborraz y aunque nos costaba subir fue un agradable paseo hasta la plaza de la capital. Y el magnifico y caudaloso Duero se encuentra a pocos minutos andando, un paseo que fue también una delicia¡¡¡ Bien por la tranquila Zamora ¡¡¡¡ les dejo fotos para que vean las bonitas y cuidadas instalaciones de la parte más antigua....