Hotel Bodega El Moral

Situación insalubre de las habitaciones. Primero decir que tanto el trato recibido por los trabajadores y la comida servida fueron muy buenos y muy recomendables. Sin embargo, cuando llegamos al hotel y nos asignaron la habitación nº10, nada más abrir la habitación se olía un fortísimo olor a aguas fecales y se lo comunicamos a los trabajadores, que eran conocedores de que cuando corría el viento en esta época del año en esas habitaciones emanaba un olor nauseabundo de la fosa séptica. Pedimos que nos cambiaran la habitación porque debido al olor tan fuerte no se podía estar, pero se nos dijo que eso no era posible porque todas las habitaciones estaban ocupadas y la solución era poner lejía en las cañerías y que las tapásemos con toallas. Intentamos probar con las soluciones que nos dijeron y además abrir las ventanas pero el olor persistía. Tuvimos que pasar la noche en la habitación, durmiendo con la ventana abierta a finales del mes de octubre, con toallas puestas en cada una de las cañerías, con la puerta del baño cerrada y tapada con una toalla por debajo, y aun así el olor era insoportable y mareante. Esta reseña la pongo únicamente para avisar a futuros clientes que la habitación nº10 y las que están cerca pueden tener un olor que arruine la experiencia y evitar asi que vivan una mala experiencia como la que he sufrido. Por lo que escuche de otros clientes que pasaron la noche en el hotel en otras habitaciones, su experiencia fue muy buena en todos los sentidos y no se vio estropeada por la malísima situación de la habitación.

Cortijo convertido en pequeño hotel. Magníficamente atendido por José y Pilar. Habitación más que correcta, camas cómodas, buena calefacción (fuimos en invierno), un restaurante con una carta amena y bien hecha. Tiene bodega junto al hotel, que no tuvimos oportunidad de visitar y que veremos la próxima vez. Los que trabajan en el hotel te hacen sentir como en casa. Y tienen una perrita ("la Okupa") que te acompaña a la recepción cuando llegas, que se hizo amiga de nuestra perra y la esperaba en la puerta de la habitación tranquilamente. Precio más que justo. Muy recomendable Y solo una propuesta: en invierno el suelo de la habitación es de baldosas. Una alfombra le daría un punto más de confort.

Todo un descubrimiento, aunque está aislado, ahí tiene parte de su encanto, silencioso y relajante, con trato personalizado Piscina con servicio de bebidas y lo mejor de todo la cena en el patio central con buena comida y un tiempo maravilloso Muy recomendable

Además de que el acceso es odioso, lo peor de el hotel es la persona de recepción que es lo menos hospitalaria que puedas imaginar. Borde, frío y con capacidades comunicativas muy pobres. Seguro que hay sitios mejores en esa provincia, esto está en medio de la nada. ¿Cuatro estrellas? ¿de qué?

Llegar a este lugar sin coche fue una verdadera hazaña ya que no hay autobuses, pero logré conseguir un taxi desde Villafranca de los Barros. Escogí este hotel porque quería visitar un pueblito que se llama Hinojosa del Valle porque de allí salió hace varios siglos uno de mis ancestros, de quien llevo el apellido. El hotel es cómodo, tiene jardines interiores y exteriores preciosos. La comida es buena, tienen un salón de eventos muy elegante. La habitación es amplia y elegante. Al estar bastante alejado de cualquier centro urbano, la calidad del internet es mala. Recibí un trato amable de parte del personal.

La verdad es que la experiencia es genial !! Los empleados del hotel son geniales, la comida también y las habitaciones súper amplias. La bodega súper interesante y la cata ! Nosotros volvemos seguro!!

Bodega Hotel para descansar , muy bien cuidado ,habitaciones perfectas , empleados muy amables , con piscina y zonas verdes muy amplias,restaurante con amplia carta y grandes platos , espectaculares vinos de la propia bodega ,perfecto para descansar y desconectar

Estuvimos un fin de semana en una reunión familiar. El acceso al hotel es bastante malo, por un camino de tierra en el que rezas por no encontrarte con ningún vehículo enfrente. El aparcamiento no es muy amplio, pero teniendo tan pocas habitaciones, supongo que será más que suficiente. Parece que tienen poco personal (solo vimos a 3 en el finde), pero están siempre dispuestos a ayudarte y la atención es buena ( a veces encontrar al conserje es complicado, eso sí) La piscina está en una zona de césped amplia, con unas 15 tumbonas aproximadamente. La comida es bastante buena. Los precios de la misma, están bien en consonancia con lo que pides. Especial mención a un plato de pollo que hay que encargar una hora antes para chup**** los dedos!! La cena la suelen poner en el patio central, muy agradable. El desayuno consta de un mollete con un croissant. Ofrecen tomate triturado, mantequilla, mermelada, aceite y cachuela para su uso. Bastante bien En general, respecto las comidas, es un gran lugar (todo ello puede reg**** con sus muy buenos vinos!!). Las habitaciones están un poco descuidadas, en especial la mampara de la ducha y los colchones. Tienen mini neveras pero ninguna funcionaba. RESUMEN: Buen lugar al que ir para descansar PERO no me atrevería a ir en temporada alta, pues no sabría decir si responderían bien. NO dej**** llevar por sus 4 estrellas. Más justo serían 3 o 3.5, realmente.

Una estancia muy ecológica, con una cena perfecta y un servicio muy agradable. Sería aconsejable modernizar las habitaciones y evitar que entren moscas, cosa normal en un entorno rural.