Usuario invitado
15 de septiembre de 2021
Después de un largo viaje desde El Valle de Aran llegamos al destino reservado, (Chateau de Gilly) por fuera sobrio y elegante, por dentro seguro que hace años estaba muy bien, ahora esta correcto, a mi entender le faltan pequeños retoques de calidad, la cafetería es muy bonita y elegante junto a la antigua cocina, la terraza para tomar un vino es muy agradable, el personal atento y simpático, la habitación muy amplia pero... necesita algún retoque a lo clásico. Los dos primeros dias fuimos a almorzar y cenar fuera del Hotel, pero la ultima noche nos quedamos en el mismo, todo un ritual, con solemnidad y nobleza nos dirigimos al salón comedor situado en la elegante bodega del Chateau, pasando por un pasillo debajo del suelo, la sala es espectacular, muy sobria, música clasica casi imperceptible, las mesas bien puestas i la carta muy apetecible, la verdad es que acertamos plenamente, unas carnes espectaculares, las verduras al dente y... como no, el vino, un Bourgogne del 2017 buenísimo, incluso el postre île flottante, que decir... repetiria cada dia! Al final lo añejo quedó en nuestro recuerdo como anécdota agradable entre jardines paseos y... todo lo culinario. Lo recomiendo. pdta: Visita y compra maravillosa en el anticuario que esta al lado del Chateau.