Un gran hotel, con una relación costo-calidad excelente. Si bien el hotel no está en el centro, se encuentra literalmente a la salida de la estación de metro o de trenes de Westbahnhof; además la estación de metro es la U3 (línea naranja) que es la misma que te lleva a Stephansplatz (cinco estaciones entre el hotel y la estación de Stephansplatz). Cuento mi experiencia a partir de señalar que estuve con mi esposa y mi hijo de 16 años. Un hotel nuevo o que da esa apariencia, con grandes espacios comunes (sala, espacio para karaoke, para trabajar, para leer, para jugar, para comer, para beber, etc.), muy limpias las habitaciones, el baño está separado (todo dentro de la habitación): la regadera con su espacio propio y el WC con su propio espacio, lo cual se agradece cuando es más de una persona quien comparte habitación. Las camas muy cómodas con un diseño tipo urbano, cada cama cuenta con su lámpara individual y conectores tipo USB. A mi familia nos tocó un cuarto con una gran vista a la ciudad. El staff del hotel joven, muy amables y atentos. Destacar que el hotel está en el sexto piso de un edificio (si mal no recuerdo) con acceso desde la calle con elevador; y en el quinto piso hay un comedor de Ikea con el cual se desayuna bien a un precio económico, sino se quiere desayunar en el hotel y en el cual se accesa casi como si fuera parte del mismo hotel. Un muy buen hotel, a buen precio, limpio, con grandes vistas, en un lugar muy bien ubicado, con un muy buen staff, todo lo que necesitas.
Fabuloso
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