Hotel Dei Dragomanni

Nos quedamos encantados de nuestra estancia en este hotel, muy céntrico, que ofrece al cliente una atención personalizada de máxima calidad a un precio excelente. El edificio está casi en la orilla del Gran Canal al que algunas habitaciones tienen vistas. Se ve que ha sufrido una importante reforma recientemente y la han hecho con mucho gusto, combinando la sencillez y el confort de forma brillante. La zona es muy tranquila a pesar de estar a cinco minutos andando de la Plaza de San Marcos o a dos de la Galería de la Academia. Las habitaciones son bastante amplias, muy agradables y provistas de muchos detalles que consiguen que la estancia sea más agradable. El único inconveniente, y es la razón por la que no le otorgo mi máxima puntuación a mi reseña, es que hubo un ruido constante en la habitación proveniente de los aires acondicionados del edificio o de otras habitaciones, que entraba a la habitación por el canal de ventilación y del aire acondicionado. El ruido es algo más elevado de lo tolerable. También es cierto que los días que estuvimos alojados hubo una ola de frio con temperaturas en torno a 0º y los aires de todo el hotel estaban a tope. Contratamos el desayuno y estuvo bastante bien, en la línea de lo que ofrecen los hoteles de esta gama en Italia. Mención aparte y destacada merece el excelente trabajo del personal, en especial de Marco que supera con creces al mejor recepcionista que haya visto en un hotel. El contacto con recepción fue muy fluido incluso antes de llegar al hotel, vía correo electrónico. Todo fueron facilidades. Para los españoles es especialmente útil, ya que o hablan en Español (caso de Marco) o ponen mucho empeño en conseguir el entendimiento. Poco más puedo decir de este excelente hotel que consiguió que disfrutásemos de Venecia de una forma muy especial y que no puedo dejar de recomendar a todos los que seguís este comentario.