Usuario invitado
25 de diciembre de 2022
Me he alojado por segunda vez en este hostal y muy bien. El ambiente es bastante internacional a la vez que familiar y tranquilo. Estábamos en una habitación doble, con ventanas hacia la calle, pero aún así era muy silencioso. La cama es cómoda y las almohadas son de verdad (no eso que ponen a veces que no tiene nada de grosor), algo realmente importante para mi, ya que me cuesta dormir fuera de casa. La zona común tiene una pequeña cocina bien equipada, nueva y limpia, con todos los utensilios. La nevera, aunque un poco pequeña, está bien organizada. En el patio hay una zona chill out fantástica, con sillas, mesas, enchufes y wifi. También hay mosquitos, pero eso es complicado de evitar. A tres minutos del hostal hay una parada de metro (Rivoli) y por 1,7€ te deja en el centro de la ciudad. Al lado de esta estación de metro hay una cafetería 24h, muy pequeñita, en el centro de la plaza. Se llama Rivoli 6 y tiene la mejor comida para cualquier momento del día: cafés, cócteles, bocadillos… el “tagliere” (un pequeño plato con un mix de comida) me ha enamorado y salvado en varias ocasiones. Marco (el encargado del hostal) es un encanto. El idioma no fue un problema, fue muy atento y simpático siempre.