Teníamos que coger un vuelo a las 8,30 de la mañana. Necesitábamos estar en el aeropuerto a las 7. Nuestra estancia había sido en Vigo. Por no madrugar tanto, decidimos hacer la última noche más cerca de Santiago. Mala idea. Hubiera sido infinitamente mejor pegar el madrugón Bueno: la estufa funcionaba, tenía parking y como no había nadie, tranquilo. La recepcionista muy, muy amable. Malo: la recepción está en otro edificio. Tuvimos que buscar por allí porque nadie nos avisó cuando llamamos por teléfono. No cierra la puerta bien, entra aire por ella. El colchón, de muelles que se clavan totalmente. La tele, sin mando y sin la mitad de canales. Toallas pequeñas y pocas. Jabón insuficiente (un sobre para pelo y cuerpo). La persiana se tiene que bajar tirando de ella hacia abajo desde fuera, y aún así, no baja del todo. Suelo y alguna pared, con una especie de moqueta sucia. 3 perchas de alambre del año de la polka. La ducha, con la cortina de tela (ni siquiera es de ducha), sucia. Los grifos antiguos, hay que regular por separado. La alcachofa de la ducha, fatal. Sale el agua en todas direcciones. La cornisa que hay fuera de las habitaciones, con goteras. Cuando salías a fumar te mojabas. Los peores 30€ gastados. (Veníamos de una estancia en el hostal o pazo, por 35€ la noche con desayuno incluido. Lástima no habernos quedado allí). Las fotos no se corresponden con la realidad. No volveremos jamás. Le pongo un punto porque no puedo ponerle 0.
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