Villa Fontana

Una decepción. Llegamos y nos dieron las habitaciones del 4° piso y sin ascensor. Íbamos con mi madre y la señora apenas podía subir escaleras. La chica de recepción, solo nos dijo que perdón por las molestias... Supuse que sería porque estaba completo y era lo que había... Pero al ir subiendo por las escaleras todas las habitaciones estaban abiertas, no tenían los clientes aún, hubiera sido un detalle que al menos a ella se la hubieran cambiado...En el último piso que estábamos hacia un calor impresionante, el aire acondicionado no enfriaba lo suficiente (hacia más calor en la habitación que en la calle), lo dejamos encendido toda la noche y hasta el día siguiente al dormir no había una temperatura aceptable. Las camas horribles, te hundías y te envolvía el colchón, me desperté a media noche con dolor de espalda y me fui al suelo a dormir. Sorpresa que nadie nos hizo la habitación al día siguiente y sin avisar, sin disculparse y no siendo barata la estancia (solo hicimos dos noches). El desayuno aceptable y correcto, no necesitábamos más. Igual otros pisos no serían tan cálidos, igual al estar arriba se olvidaron de hacer nuestras habitaciones, igual los peores colchones eran los nuestros, igual con el detalle del cambio de habitación para mi madre... La ubicación perfecta en el mismo centro del casco antiguo. Sin todos los inconvenientes mi percepción igual habría sido diferente. Igual fue un cúmulo de malas coincidencias. Solo pidan que no sea el último piso.