Hotel Casona de Hermosa(La Casona de Hermosa)

Todo lo que pides en una instancia se cumple y con creces. Volveremos, sin lugar a dudas.

Un hotel con encanto, super tranquilo, sin ruido, el desayuno muy bueno y Gloria un encanto de persona. Nos han tratado genial, volveremos. Cualquier problema te lo solucionan enseguida. Además nos dieron buenos consejos para hacer turismo. De hecho ya estamos planeando el próximo viaje.

Todo perfecto, decoración preciosa y personal amable.

La casa es muy bonita tanto por dentro como por fuera, con una cálida y acogedora decoración. La habitación amplia, sencillamente decorada y limpia. La cama enorme y cómoda. El entorno muy tranquilo, sin ruidos y con unas vistas preciosas. Tiene una buena ubicación para visitar el entorno cántabro. El desayuno muy bueno y variado, con opciones para las personas con intolerancia al gluten y la lactosa. Solmer, estará encantado de hacerte unos huevos fritos, revueltos o una tortilla si lo deseas. El es una persona entrañable, detallista, muy amable y afectuosa, siempre pendiente de su trabajo y de cualquier cosa que necesites.

Maravillosos tres días en este alojamiento. El entorno, las instalaciones, el personal (Solmer, muy atento y entrañable), todo ha estado por encima de lo que imaginábamos. Es un alojamiento muy bien situado para estar en pleno campo y a poca distancia en coche de otros lugares que merece la pena visitar.

Un alojamiento precioso, un buen entorno, cómoda habitación con buenas vistas y unos desayunos excelentes. En lo que se refiere al personal, no nos han podido tratar mejor. Amables, y muy profesionales. Una experiencia cía para repetir.

Un sitio acogedor para escaparte cualquier fin de semana. Trato amable y cercano, habitaciones amplias y sin ruido. Muros amplios de una casa antigua que hacen que en verano haga buena temperatura. El porche es estupendo, al igual que las vistas que la rodean. Cuenta con dos zonas de aparcamiento cercanas a la casa. El desayuno muy rico y el personal muy majo. Volveremos.

La casona es muy bonita, tanto por fuera como por dentro, con todos los detalles muy cuidados. La habitación, una suite con un sofa-cama como cama supletoria, es espaciosa. Los desayunos muy buenos también y muy variados. Si hace buen tiempo se puede desayunar en la terraza. Las empleadas que te atienden en el desayuno son muy atentas. Lo único malo es que para hacer check-in y pagar hay que ir a un hotel de Liérganes, pero está cerca (3 kms), con lo que tampoco es mucha molestia. Muy recomendable.

Todo, según lo esperado. Buena habitación y buen desayuno. A destacar, Adele, que añade un plus de alegría a cada desayuno. Por ponerle alguna pega, las fundas de los colchones (hule o plástico, súper incómodo y caluroso). Puntuación máxima para todo lo demás.