Los mejores hoteles con gimnasio en Roma

El hotel está bastante lejos del centro, en metro de llega bien, pero la zona es bastante sucia. Como pegas del hotel diría que no hay enchufes cerca de la cama, que la ducha no se sujeta y que hay una luz encendida toda la noche lo que hace que tengas que cerrar toda la persiana entera. En el resto de sentidos el hotel es un oasis en un desierto, muy limpio, muy amables y muy cómodo.

Nos alojamos en el Hotel Ripa Roma por cinco noches. A primera vista, un hotel muy cuidado con una buena relación entre precio y calidad. La recepcionista nos atendió bien al llegar después de la medianoche y pudimos llegar a la habitación rápidamente. El último día pudimos hacer el check out hasta el mediodía, pero como nuestro vuelo salía por la noche, podíamos dejar nuestro equipaje de manera segura en la recepción. Una ventaja, porque tu último día en Roma también puede ser agradable de esta manera sin arrastrar el equipaje. El hotel tiene un aspecto muy bonito, contemporáneo y artístico. Nos gusta mucho esto. La habitación (habitación superior) era muy amplia, limpia y con las instalaciones necesarias. La cama estaba muy bien. El baño era muy higiénico, lógicamente arreglado con una agradable ducha. Sobre la habitación ciertamente no tenemos quejas. Solo molestaba el ruido de otras habitaciones y del pasillo. Cuando los invitados de la habitación vecina encendieron su televisor, pudimos escuchar perfectamente. Al gritar en el pasillo, parecía que esas personas estaban de pie junto a la cama. Las habitaciones no están realmente insonorizadas. Afortunadamente, teníamos tapones para los oídos con nosotros. También desayunamos durante nuestra estancia. Aquí estamos menos satisfechos. La vajilla estaba sucia (tazas de café marrones, cubiertos con restos de comida, platos insuficientemente lavados, vasos llenos de calcio,...), en nuestra opinión una limitada oferta de comida sana (muchas tartas y galletas) y los platos calientes estaban fríos, incluso cuando se acaban de servir. Encontramos al personal poco servicial, incluso un buenos días o una sonrisa amistosa a veces era demasiado. Cuando quisimos sentarnos en una mesa en la pequeña plataforma en el centro del restaurante, nos echaron porque ya estaban limpiando (alrededor de las 9:30 a.m.). Los últimos dos días el hotel estaba lleno, lo que provocó mucho ruido en el restaurante. Experimentamos esto como desagradable. Si volviéramos, reservaríamos una habitación sin desayuno y encontraríamos un buen lugar para desayunar en la ciudad. Finalmente, encontramos el impuesto municipal en la parte alta. Por las cinco noches (seis días) pagamos 60€ (= 5€ p.p. por día). Ese es el impuesto municipal más alto que he pagado y somos viajeros frecuentes. En general, una estancia agradable en un hotel bien ubicado, con el restaurante de desayuno como punto de interés.

La habitación es lo suficientemente espaciosa para que mi amigo y yo podamos abrir nuestro equipaje al mismo tiempo y todavía hay mucho espacio para caminar con el estuche abierto. La cama y la ropa de cama son cómodas. Escritorio largo y ancho, con dos sillas que nos permiten utilizar y aplicar juntos el cuidado diario de la piel. Sólo si pudieran colocar pantuflas en la habitación y agregar cepillo y pasta de dientes en el baño, entonces sería perfecto. En cuanto a la ubicación, hay muchos restaurantes alrededor y está muy cerca de la terminal central, a solo 5 a 10 minutos a pie. También puedes tomar el autobús o el tren para recorrer las atracciones de Roma con mucha facilidad. Hay 2 o 3 recepcionistas en el mostrador de facturación, conocen muy bien Roma y los productos del hotel, espero que puedan mantener una sonrisa en sus caras y ser más amigables. También solicité un servicio no necesario para nuestra habitación al encargado de limpieza el segundo día, pero regresamos a la habitación y descubrimos que estaba limpia. Adjunto la foto es el tope de la puerta que encontré bueno para el asistente, ya que no necesitan doblar la espalda y también para proteger la puerta de los almidones al mismo tiempo.

El servicio excelente, limpieza excelente, ubicación cercana al centro y las instalaciones algo mejorables con respecto al mantenimiento

El italiano se quedó en Roma por más tiempo, así que elegí un hotel que es un poco más caro que las otras tres ciudades. Resulta que el hotel es realmente bueno. El hotel está a 900 metros de la estación de tren de Roma. No arrastre las cajas. Puede ver que el tráfico es muy conveniente. Básicamente, puedes tomar el metro hasta la primera atracción por la mañana. Puede caminar de regreso al hotel y usar el autobús o el metro por la noche. No es necesario comprar Roma Pass. El desayuno en la bañera era muy rico. Comí durante cuatro días sin cansarme. Si vuelvo a Roma en el futuro, seguiré eligiendo este hotel. Puede estar seguro de reservar este.

¡Fantástico! Ambientes realmente elegantes, acogedores y con muchas obras de arte. Excelente hospitalidad y servicios, utilizamos el servicio de transporte para ir al centro y cenamos buffet en el restaurante Flavours of the World, una experiencia para probar. La habitación limpia, tranquila, elegante, cama cómoda, excelentes productos. Agua disponible, tetera y minibar. Lástima que solo nos quedamos una noche y no pudimos usar la piscina y el spa. Excelente desayuno. Excelente ubicación para llegar en auto

Hotel situado en el barrio de San Giovanni-Tuscolana, a las afueras de Roma, pero perfectamente bien comunicado con el centro y el aeropuerto a través de Metro y tren y con multitud de servicios. Habitaciones amplias, cómodas y espaciosas, televisión con acceso a canales de pago y Chromecast sin coste, recepción con estilo moderno y amplia oferta de productos de alimentación y bebidas. También cuenta con un pequeño gimnasio. Personal muy amable y dispuesto a ayudar en todo momento, una opción muy recomendable para quien busque un alojamiento económico, bien comunicado y sin el ajetreo del centro de Roma.

La atención buena, buffet bien, habitación para cuatro, familia, un poco justa pero vale. Bien en limpieza y buena temperatura. Buena situación al lado mismo de la terminal de tren, buses, metro... La única pega el ruido en la habitación, daba a la calle y se oía. Nuestra valoración es de 7,5.

Nos hospedamos 8 noches en 3 habitaciones dobles, el Hotel aún cuando alejado del centro tiene una parada de metro cercana y todo tipo de restaurantes y servicios a menos de 5 min. El Hotel exteriormente tiene una apariencia perfecta, es elegante y cumple con su puntuación de 4 estrellas superior. Interiormente, lo que son las habitaciones no cumplen las expectativas, las habitaciones eran pequeñas pero ese no es el problema principal, los aires acondicionados no funcionan, o mejor dicho en unas habitaciones si y en otras no, a los 3 días tuvimos que pedir cambio de habitación en 2 de las 3 reservas, ya que aún poniendo el aire a 19 grados la habitación no bajaba de 27 grados, el propio técnico lo confirmo. De la misma forma una de las habitaciones no tenía agua caliente, había que esperar más de 15 min con el agua corriendo para que empezará a calentar. La atención de recepción fue amable, ningún problema. El resumen sería Hotel de apariencia de 4 estrellas con habitaciones de 3 estrellas.

Jamás he estado en un sitio tan lamentable con un trato tan pésimo. No pagaría ni un € por dormir ahí, es más, me dicen que me pagan a mi por pasar una noche y no lo cojo ni aunque me muera de hambre. Es un verdadero antro, viejo, sucio y maloliente. El trato a los clientes es lo peor de lo peor. Estúpidos, chulos, prepotentes, desconsiderados y timadores. Pero lo peor llega ahora. La primera noche que íbamos a pasar ahí, se convertiría en la peor noche que he pasado en un hotel en mi vida. Cuando subimos a la habitación, escuchamos como del mismo hotel salía una música digna de un concierto. Para nuestra sorpresa, justo encima de nosotros, habían montado una fiesta provada. Sí, colo lees, una fiesta privada con música a todo trapo, gritos, saltos y todo lo que conlleva. Cuando nos dirijimos a recepción a pedir explicaciones, el chaval de recepción, un impresentable, nos dijo que había una fiesta privada, que había pagado mucho dinero. Le pedimos que nos cambiara de habitación y nos dijo que no habían libres. Le dijimos que no ofreciera una solución y kos dijo que no podía darnos ninguna! En vista de lo sucedido, procedimos a pedirle la devolución del dinero que nos marchabamos, y nos dijo que no! En vista de lo que decía, me vi obligado a decir que si no me iba a solucionar nada, me buscaría yo la solución por mi parte. Al escuchar eso, el chaval, nos empezó a amenazar. Al verme muy alterado, decidí salir a tomar el aire, y al cabo de un rato, salió el chaval a decirme que entrase a darle los datos bancarios que nos haría un ingreso de esa noche. El último día, al devolver la llave, había una mujer en recepcion. Al pedirle que me diera una copia del ingreso para ver que no era mentira, nos dijo que eso no funcionaba así, que enviaramos un correo y ya se solucionaría. Al negarnos, nos empezó a amenazar, a ponerse chula. Al ver que no nos echábamos atrás, bloqueó las puertas del hotel, teniendo que abandonar el mismo por una puerta de emergencia. De película! No hace falta decir que no lo recomiendo a nadie en absoluto. En la calle se duerme mucho mejor.