Cogimos este hotel para celebrar un año con mi pareja, habíamos ahorrado para reservar una habitación doble superior con vistas al mar. La ubicación era la perfecta y las vistas al mar muy bonitas, todo parecía el sitio idílico para una noche romántica. Decidimos ir a cenar fuera, ya que los precios del restaurante del hotel eran desorbitados. Cuando llegamos a la habitación alrededor de las 23:30, empezamos mi pareja y yo a conversar en la habitación, con un tono de voz muy adecuado. A los 3 minutos de conversación, los vecinos de la habitación de al lado empezaron a dar golpes en la pared, los estábamos molestando... increíble. Dada la situación, decidimos salir fuera a la terraza para seguir hablando, a pesar del frío. A los 2 minutos, suena el teléfono de la habitación, era la recepción, comunicándonos que los vecinos se habían quejado del ruido, nosotros incrédulos le dijimos a la mujer de recepción que solo estábamos hablando, que se escuchaba más el mar. Seguimos hablando con un tono aún más bajo, casi susurrando. Volvieron a llamar quejándose , sin razón alguna. Llamaron varias veces a la puerta de la habitación, comprobando que no hacíamos ruido alguno y diciéndonos que los vecinos eran personas mayores y que nos esperáramos a que se durmieran para seguir hablando. A la mañana siguiente , en concreto a las 7:00 am, los vecinos empezaron a dar golpes y aporrear la puerta varias veces, despertándonos a mi pareja y a mí sobresaltándonos. Como hicimos caso omiso a las provocaciones, una hora más tarde volvieron a insistir aporreando la puerta más fuerza. Bajamos a recepción para quejarnos y explicar lo ocurrido y no les dijeron nada, alegando que eran personas mayores y no podían hacer nada. Los vecinos, franceses, incluso siguieron a mi pareja hasta el coche en tono intimidatorio. Resumiendo, nos amargaron la noche, no pudimos disfrutar de la habitación porque el personal de recepción no supo manejar la situación. Tratándonos peor que a los extranjeros, cuándo no teníamos culpa de nada. Nos ofrecieron ampliar 1h la salida de la habitación, que no pudimos utilizar porque ya teníamos otros planes. Como ya teníamos pagada la estancia, nos dijeron que no podían compensarnos de otra forma. Pusimos una queja al hotel cuándo marchamos, y les dio igual. Incluso se hicieron los tontos para no poner el sello del hotel en la hoja de reclamación para que no tuviera constancia de los hechos. Nos vemos obligados a tramitarlo a la oficina de consumo. Hotel no apto para parejas ni celebraciones. No se puede ni hablar.
