Reservé una habitación familiar con 2 camas individuales y 1 cama doble. Pero la habitación es muy pequeña. Después de abrir la maleta, no quedaba camino. Además el primer día pregunté en recepción si el agua era gratis, el camarero me contestó que era gratis, así que pedí 4 botellas más. Luego pedí en la recepción agua embotellada todos los días, sin mencionar el cobro. Cuando salí hoy, ¡un camarero grosero y con mala actitud me cobró! ¡22 euros en total! Si hay un cargo, hay una tienda de conveniencia al lado del hotel y hay un supermercado a 2 minutos a pie. ¡Por 22 euros deberías poder comprar muchas botellas! Y lo más importante, ¡la actitud de los camareros es muy mala!
Me he alojado en este hotel de cadena en otras ciudades antes, ¡pero esta vez es la peor!
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