Susana Balbo Winemaker's House(Susana Balbo Winemaker´s House)

Disfrutamos con mi esposa de una experiencia gastronómica eximia. Nos recibieron con trago de bienvenida y recorrido del predio con la explicación de las obras y muebles de arte que habitan la antigua casa de Susana Balbo, y se fusionan con el restaurante. Sorprende gratamente el nivel de atención, sofisticación y detalle. Superlativo 🙌

Tuve la oportunidad de alojarme en varios hoteles alrededor del mundo y el hotel de Susana Balbo reúne lo mejores de los hoteles internacionales en argentina. Personalmente creo que un hotel de lujo va más allá de las instalaciones o amenities que tenga, lo más importante pasa por su personal. En este hotel todo su personal es amable y atento, inclusive se encargan de planificarte las vacaciones desde antes de tu llegada. El personal de cada área tanto concierge, restaurante y house keeping todos son amables y hasta se recuerdan y te llaman por tu nombre (qué no es poca cosa). Porque uno se aloja en hoteles que no son tan económicos busca sentirse un poco especial y eso es lo que a este hotel lo convierte en especial y único, su personal, que siempre están con una sonrisa en la cara. Lo que si es que creo el hotel es más destinado a parejas, ya que la ducha no cuenta con demasiada privacidad, inclusive tienen una hermosa y enorme tina en la habitación pero no cuenta con ninguna cortina para mayor privacidad. Además te regalan almuerzo en la bodega de Susana Balbo cuya historia y gastronomía en INCREÍBLE, pero ese es para otro comentario aparte. Si tuviera que comentar algo negativo sería que la toalla de ducha estaba un poco sucia. Y por otro lado, que me hubiese gustado mayor variedad de opciones en el menú, tanto para room service como en el restaurante. Por último, sería genial si incorporan transporte gratuito hacia el centro de mendoza. Por todo lo demás, es un hotel excepcional y quien lo elija no se arrepentirá. Si uno busca serenidad y atención al detalle, este es el lugar.

El hotel es de excelencia. La decoración se encuentra plagada de obras de artistas locales y materiales autóctonos combinados con un estilo moderno que genera un ambiente único. Los suites tienen todo lo que uno podría pedir, están hechas con paredes de vidrio pero a la vez están diseñados de forma tal que se respeta la privacidad del huésped, son muy amplios, muy cómodos y están muy bien equipados, con sauna, duchas de sensaciones, reposeras térmicas, etc. El desayuno es fantástico y la atención es sensacional, el equipo esta listo y dispuesto por cualquier cosa que uno pueda necesitar. Espero volver pronto, lo súper recomiendo, es un excelente lugar para parar en Mendoza!

Increíble lugar! Sin dudas venir a Mendoza y conocer esta propuesta es indispensable. No sólo te recibe con una calida bienvenida si no también es una experiencia completa durante toda la estadía. Se nota la atención en cada detalle. Súper recomendable!

Una experiencia 100% recomendable. Pensado hasta el ultimo detalle desde la tecnología en las habitaciones y la atención de su personal que es excelente. Habitaciones hermosas, con mucho espacio y su decoración que enamora. Su ubicación es de las mejores, estas en un lugar super tranquilo pero al salir y tenes todas las comodidades en la puerta o a menos de 5 min. Sin duda si duda un indispensable en Mendoza.

Felicitacionessss! Un lugar encantador! Hotel boutique con todos los detalles, atención muy personalizada. Pasamos nochebuena, con cena de varios pasos, toda de alta calidad y con platos reversionados. Impecable atención!!

Elegante y sofisticado, un servicio extraordinario desde antes de llegar al hotel. Las habitaciones son fabulosas. Unos genios los chicos del front desk y muy buena la atencion en el restaurant. Para recomendar y volver

Superlativa, cada detalle está minuciosamente pensado para que la experiencia sea simplemente perfecta. Con gusto exquisito, calidad en los servicios, y profesionalismo y calidez del staff, superan las más altas exigencias y especativas.

La casa impresionante, vale la pena conocerlo pero no ir a cenar o almorzar, pedimos el menú 7 pasos y el primero era la manteca con una mini tostadita, la segunda una mini remolacha por la mitad, trucha, pato casi crudo y la verdad q a ninguno nos gusto, salimos con hambre y pagamos mucha plata. El vino de degustación te sirven muy poco y le pedimos un poco más porque vinimos a eso a Mendoza a degustar vinos con amigos y tuvimos q pagar una botella aparte. No volveríamos y no la recomendaría, salvo para ver la casa q está muy linda. Los vinos más o menos por lo menos los q te dan en la degustación. Te recién con un trago de autor eso es lindo. Estábamos solos en el restaurante no había gente en las otras mesas.