Usuario invitado
13 de febrero de 2024
Acostumbrado a viajar por todo el mundo en hoteles, hostales, casas de familia o incluso en campings, nunca antes había vivido una experiencia como ésta. Por supuesto, la comida del autoservicio es comestible y no hace falta ser exigente. Estaba con 3 amigos en una habitación que daba a las torres y utilizamos las duchas y el WC compartidos. De los 3 baños, ninguno está cerrado con llave. Además, cuando llegamos tuvimos la grata sorpresa de tener pelos en las sábanas. Por supuesto, el personal es acogedor, pero cuando vimos una chinche (VER FOTO) en uno de nuestros colchones, no hicieron lo necesario. De hecho, simplemente entró en la habitación para rociar la chinche con un spray especial, luego la quitó con un pañuelo de papel y solo cambió la sábana de abajo. Aún nos quedaba la otra mitad de semana en este albergue y no cambiamos de cama ni de habitación a pesar de que las chinches están en los colchones y por tanto requieren una intervención especial. Sorprendentemente, miré las críticas del albergue y no fui el único que encontró chinches. En definitiva, no recomiendo este hostal si quieres pasar una buena estancia en Oporto.
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