Hoteles cerca del Aerial, Lisboa

It’s been a long time since I was last in a youth hostel, and as a now 45 year old man there is probably a reason for this. Arriving late on the Tuesday night with fond memories of dorm parties and tequila slammers, I was greeted by what I initially thought was captain Jack Sparrow, but who actually transpired to be a very friendly chap who helped us to navigate the intricacies of the main entrance. Door buzzed, suitcases lifted up the stairs and ugh who let mum and dad in looks absorbed, we were handed our keys by a lovely member of the team alongside vouchers for two free shots. Enthusiastically we were informed that the bar was open until 1am that night, although we had missed the pub crawl for the evening. I’m flattered I guess, however we decided to give the shots a miss in favour of a nice sleep. Yup, Father Time catches up with us all… We had a private double with a shared bathroom, and although very small it was comfortable enough. The pillow has perhaps seen better days, but the A/C was a life saver! Spending the days walking around town and doing some gentle exploring, the nights were largely spent for myself at least in the bar area downstairs. It’s a small but perfectly functional area, and in all honesty wasn’t the screaming mess of teenagers away from home for the first time that I had been expecting. At 3 euros a pint I was certainly very happy to sit and read whilst various cool young things did their thing in the background. Declining participation in the pub crawl for a second time, I was tempted with the tapas tasting but plans for the night changed due to friends arriving a day early and diner reservations being made. From a comfort point of view, our bathroom was shared between three double rooms I believe on the third floor, and this was never an issue. I attribute this to the fact that we were likely on very different schedules with us going out for the day and back for the night, as opposed to the perhaps more night based activities of our fellow residents. Bedroom like I said small, but hey, who cares, we weren’t here to sit in a room all day. The breakfast was absolutely fine, and for 5 euros a day you really cannot complain. All in all very happy with my stay, though peeking into an open dorm room one day my god I wouldn’t have survived the week unless you could take 25 years off me! Good job though overall Sant Jordi, and I’d certainly consider staying again - safe, friendly and somewhere I’m sure 20 year old me would have had a blast!

El hotel está muy bien situado, muy bien situado, muy bien situado, muy bien situado, muy bien situado, muy bien situado, muy bien situado, muy bien situado, muy bien situado, muy cerca de la ciudad, muy cerca de la ciudad, muy cerca de la ciudad, muy cerca de la ciudad, muy cerca de la ciudad, muy cerca de la ciudad, muy cerca de la ciudad, muy cerca de la ciudad, muy cerca de la ciudad, muy cerca de la ciudad, muy cerca de la ciudad, muy cerca de la ciudad, muy cerca de la ciudad En la cama que he luchado por bajar desde la parte superior del bunker como escalera un poco incómodo para entrar y el espacio entre los juncos extremadamente estrecho. No demasiados dormitorios y duchas. El único cambio de sugerencia es donde está la escalera y un poco más variedad de desayuno.

La entrada es de 234, pero debería ser de 236. La entrada se ocultó por la larga cola de personas que esperaban el Ascensor. En la Rua San Paolo, a la izquierda de la entrada del Ascensor, se encuentra una puerta de retención, que tiene una lámpara de bolas brillantes y parece ser un bistro. La puerta de ventana está en el centro de la ciudad, y la puerta está en el centro de la ciudad. El hotel está situado en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de la ciudad, en el centro de

Concepto súper imaginativo que nunca antes había visto. Una mezcla de albergue y hotel, un mobiliario maravilloso, en todas partes te sientes cómodo, todo te invita a quedarte. Creo que puedes trabajar y relajarte bien aquí. Súper amueblado, excelente cocina, patio con piscina, terraza superior y muy buen restaurante. Los precios en el restaurante están bien, pero en general son bastante caros para ser Portugal. Hay muchas opciones veganas/vegetarianas, ¡lo cual es genial! La ubicación también es buena. Las camas son un sueño, muy cómodas. También obtienes cintas súper lindas. El pequeño punto negativo fue que la limpieza podría ser un poco mejor y si algo se rompe, lo reemplazarán o renovarán.

Definitivamente vale la pena el dinero! Aunque el estudio no está ubicado en el centro de la ciudad, puede llegar fácilmente a la mayoría de los lugares de interés turístico famosos a pie o en transporte público o Bolt/Uber/taxi. El servicio es excelente, y las instalaciones son increíbles! Hay un museo cerca que trata sobre títeres y lo disfruté mucho. También hay un pequeño restaurante cerca que se llama El rey d Carlos, si te alojas aquí no dudes en probar el arroz de pulpo (que solo cuesta 9€) y el postre allí, ¡no te arrepentirás!

Se trata de un hotel diferente. Su ubicación y su concepto lo dejan claro desde el primer instante. Su hall de entrada impresiona. La profesionalidad de sus empleados es irreprochable. Si disfrutas de una habitación de las plantas más altas tendrás una visión inigualable del Delta Del Río y el nuevo puente te acceso a la ciudad. La habitación es muy moderna y cargada de tecnología. Los desayunos en su terraza, colgada sobre el mar son un auténtico placer. Si te gusta el famoseo, que a mi no, es muy fácil coincidir con alguno en una mesa cercana.

Cerca de una tienda de comestibles, quizás a 10 minutos del aeropuerto Habitación limpia y muy tranquila. Esta es mi opinión personal Me encantó

El hotel es muy bueno en todos los aspectos. Las habitaciones están limpias y las instalaciones son completas. Especialmente el aire acondicionado es una marca Midea hecha en China. Es realmente potente. La actitud del servicio también es muy buena. El desayuno también es bueno. Hay muchos mercados de comida y supermercados alrededor donde puedes ir a echar un vistazo. Las costumbres y costumbres locales, hay un pequeño parque al lado del hotel, excepto que está un poco alejado de la ciudad, en general es un costo muy alto. -hotel efectivo.

Hotel muy nuevo y cuidado, tanto la habitación como el baño, perfecto. A 7 minutos de la playa de Carcavelos y a 12 minutos de Lisboa. Desayuno sin grandes cantidades pero hay de todo para hacer un buen desayuno. Muy atento todo el personal. Muy limpio. Probamos y acertamos. Siempre íbamos al lado al Lagos Park y nos mereció la pena el cambio.

He estado 3 dias con mi hija alojada y fue todo prfecto la habitación comoda y limpia con vistas a el valle sin ruidos por la noche nos alojamos en la 606 . Teniamos 1 botella de agua de cortesia y 4 capsulas de café nespreso que no utilizamos pero que estaban incluidas . El desayuno de los 3 dias riquisimo y con bastante variedad . Los croisants pequeñitos muy buenos y el zumo de maracuya el que más nos ha gustado. Solo cenamos 1 dia en el restaurante del hotel tienen poca variedad pero lo que comimos estaba muy bueno. Los cocteles también están bien, tiene unos precios un poco elevados pero como todo en Sintra. El camarero del lobby muy atento. En cuanto al parking yo encontre 1 sitio libre justo en la puerta del hotel y el coche se quedo alli los 3 dias . Se que tienen un parking cubierto de pago pero a mi no me hizo falta utilizarlo. Nosotras llegamos al hotel perfectamente con el Google maps justo unos 200m antes de llegar al hotel la calle es solo para residentes o personas alojadas y habia un policia controlando la entrada pero le enseñe la reserva y pase sin problemas.