Usuario invitado
16 de mayo de 2023
Hotel bien ubicado y bonito por fuera, pero por dentro deja bastante que desear. Y la atención cliente es nula. Después de dos meses desde que di la queja, ya que allí ni siquiera se disculparon, aún no se han dignado a responder. Antes de hacer el viaje, les escribí para que me dieran la habicon con las mejoras vistas, incluso pagué más por tener la habitación que me recomendaron, que daba a la plaza. Pero resulta que las ventanas eran de vidriera oscuras y tampoco se podían abrir, por lo que la vista era sencillamente inexistente, era como tener una pared. La puerta del baño era de cristal y no cerraba del todo, por lo que cada vez que uno iba al baño, tenía que pedirle al otro que se pusiera en la última esquina de la habitación, ya que no es muy decoroso que te vean haciendo tus necesidades. Adicionalmente, al ser totalmente de cristal, me di un golpe tremendo en la nariz, que tuve hinchada y amoratada durante dos semanas. Las toallas eran mínimas, ni siquiera cubrían el cuerpo. La ducha no tenía puerta y se salía el agua por todo el baño aunque tuvieras cuidado, por lo que luego había que ir con mucho cuidado para no resbal****... Tampoco había escobilla... el desayuno horrible: café frío, embutidos pasados, huevos revueltos que sabían mal, poco variedad...En fin, fue una estancia incomodísima. Y me engañaron porque no había vistas. Y a pesar de escribirles varias veces, solo me contestron una vez después de un mes para decirme que iba a contestarme el director, pero han pasado más de dos meses y sigo esperando. Parece que la falta de profesionalidad y respeto a sus clientes va acorde con la falta de gusto y confort de las habitaciones. Por el precio que cobran es una tomadura de pelo. No lo recomiendo.