Boutique Hotel El Capricho

El hotel se encuentra en una casa de la época restaurada. Todas sus estancias tienen un encanto especial. La sorpresa fue descubrir el SPA, que aunque pequeño, tiene dos piscinas bajo tierra de las cuales una es la tinaja o el aljibe. Para finalizar la estancia nos sorprendió el desayuno, dejo foto. Destacar la atención de sus dueños, Werner y Lisa, que han hecho que nuestra estancia sea especial.

Una estancia maravillosa. Teníamos un bono de los anteriores propietarios que nos había caducado. Lisa y Wener se hicieron cargo de todo, con una atención excepcional y preocupados en todo momento por nuestro bienestar, encantadores. El hotel requiere un mantenimiento, que a buen seguro cubrirán. El spá es una experiencia personal que permite reencontarte. Maravilloso lugar de retiro con unos anfititriones extraordinarios. 💚

Hemos ido a este hotel aprovechando el bono de la GVA y que nos permite conocer parajes y hoteles de nuestro entorno, pero precisamente por estar cerca no vamos. El hotel el de ensueño cuidado hasta el ultimísimo rincón con elegancia y con mucho gusto. Reconozco que el “only adults” a mi ya me gana por la edad que tengo, pero es que es maravilloso. La atención de los dueños es maravillosa, siempre pendientes de todo lo que necesitas, las habitaciones amplias y a la última. En fin, que muchas gracias Lisa y Werner, ha sido fantastico

Hace muchos años que ya estuve en este hotel y tenía un muy buen recuerdo. Desafortunadamente el recuerdo de mi segunda estancia, ya no lo ha sido tanto. Cabe mencionar que los dueños han cambiado. La experiencia al reservar, muy mala. La web no es nada clara, te oferta una habitación como cancelable y luego no lo es. Los dueños o gestores poco receptivos y hasta diría que bordes en la comunicación en relación a este asunto aunque he de decir que el trato directo ya en el hotel fue muy amable todo el tiempo. El hotel sigue siendo tan bonito como era pero falla la gestión, muchos detalles fallan , como por ejemplo que en el baño solo hubiesen dos toallas de baño, ninguna de lavabo ni de mano.. solo las de baño, pero lo peor para mi es que cobren 168€ por una noche en una habitación que apestaba a humedad, hasta el punto de que toda la ropa que estuvo dentro d esa habitación, salió con olor a humedad... además hacia frío en la habitación, los radiadores no funcionaban y el aparato de AA a 30º no calentaba, la cama vestida tan solo con la sábana y una colcha super fina (había un nóridco dentro del armario, sin funda ni nada, pero olia a humedad y no queríamos ponerlo aunque al final tuvimos que hacerlo porque estábamos helados.... No me gusta poner malas opiniones , prefiero decirlo en persona y así lo hice pero todavía no sé si no entendieron lo que les dije o es que no les importó lo más mínimo. Lo siento mucho pero no volveré ni lo recomendaré como sí había hecho hasta ahora.

Sensacional atención en un lugar encantador donde realmente aprecias la tranquilidad y encontrarte realmente relajado . Hotelito realmente con encanto y con unos anfitriones de lujo . Para repetir si quieres disfrutar de la vida , un spa muy original , habitaciones muy cuidadas y desayuno y cena muy cuidados . Y no perderse una copa en la terraza superior por la noche con vistas a la montaña y el campanario , con un silencio que solo fuimos capaces de quebrar con el sonido ( muy bajo ) de unas bellas melodías de bosa nova de Karen Souza. Estancia para recordar

Lugar con encanto. El hotel es muy bonito y la suite donde nos alojamos preciosa y enorme. Desde que llegamos la atención recibida fue excelente y muy atentos en todo momento. El Spa se encuentra en la plata baja, estilo rústico, súper chulo y sin ruido. Relax total. Repetiremos sin duda.

Hotel totalmente recomendable para pasar unos días en pareja, todo al detalle, habitaciones, comida y sobre todo el spa privado y la amabilidad de sus dueños. Te trasladas a un lugar mágico de relax y desconexión. Un antiguo cuartel de la guardia civil reformado, sin duda lo recomendamos a varios amigos y casi todos reservaron para un finde en pareja. Destacar lo dispuestos que son sus nuevos propietarios belgas. La zona es especial para dar un paseo caminando y visitar pueblos cercanos sin dificultad.

Fue una muy buena estadía. Los dueños son muy atentos. Una hermosa habitación con una vista fantástica. La terraza de la azotea es ideal para disfrutar tranquilamente del entorno con una copa. La cena estuvo muy rica. El Spa es verdaderamente mágico. Te imaginas en otro mundo.

Un hotel encantador muy bien atendido por Christophe y Steven. Muy tranquilo y con habitaciones amplias. Gran desayuno. Cuenta con SPA de agua caliente y fría. Con un encanto especial. Tiene una terraza donde relaj**** o tomar una copa. El pueblo está rodeado de naturaleza y dispone de varios restaurantes donde comer platos muy ricos de la zona. Muy recomendable. Volveremos.