Usuario invitado
20 de febrero de 2023
Hay que reconocer que para personas no acostumbrada a circular por carreteras de montaña, llegar a el pueblo de Juzcar donde esta el hotel puede ponerles un poco nerviosos. Pero tanto el firme como las protecciones de la carretera están en perfecto estado, y una vez que llegues al hotel todo habra merecido la pena. El hotel está justo a la entrada del pueblo, pequeñito y acogedor. Habitaciones amplías y limpias. Sin lujos pero cumpliendo con lo necesario. Además de calefacción, aire acondicionado y ventilador, las habitaciones cuentan con estufa de lecha (que puedes usar pagando una módica cuantia por la leña), lo que hace que viajes en la época del año que quieras siempre estarás comodo en tu habitación. Desde la habitación tienes acceso directo a una terraza que es compartida por varias habitaciones y desde donde puedes disfrutar de unas marsvillosas vistas de la sierra. Pata aquellos que les guste disfrutar de la tranquilidad puden pasar horas sentados en ella. El pueblo es muy pequeñito pero cuenta con farmacia, tienda/bar con un amplio horario, tienda de alimentación y un par de bares donde poder beber y comer. Mención especial merece el Restaurante Bandolero situado en el mismo hotel. Iván, propietario y cocinero te deleitará con sus tapas y sus platos. Sorprendiendo el tipo de cocina fuera de lo comercializado en una zona turística como está.