Usuario invitado
24 de junio de 2021
Cogimos las dos mejores habitaciónes por más de 100 €, una casa reformada a la antigua, con mucho gusto, está cerca del árbol centenario, que recomiendo no pagar y se puede ver perfectamente desde el parque que está subiendo del hotel, la calle es estrecha y sin ningún encanto, no hay recepción y tienes que avisar cuando vas, estuvimos solos, pero me imagino que cuando se llene, tiene que hacer mucho ruido , todos los suelos de madera y las puertas, muy antiguas, que no encajan bien. Le doi peor nota, porque uno espera un desayuno acordé al precio del sitio, estuvimos 16 días por las islas y fue el hotel más caro que reservamos. Un desayuno con un zumo en una copa de cava, un poco fiambre del barato y bollería industrial del Mercadona, quita el encanto al sitio, he desayunado mejor en pensiones. El camarero italiano agradable.