Hotel El Guerra

Veníamos del festival Por todo lo alto en Sierra Nevada, y paramos a comer y a refrescarnos en la piscina. La comida rica, abundante y a un precio razonable. La piscina no es muy grande, pero está en un rincón agradable con mucha sombra. Y es gratuita. El personal nos trató muy bien, así que solo puedo recomendarlo.

Somos una familia que estuvo el verano pasado en este Hotel, quedamos tan satisfechos que hemos vuelto a ir 4 días ahora en agosto de este año. Nos han vuelto a tratar como si fueramos familia, Ester un encanto siempre pendiente de nosotros, hemos estado como en casa, un cariño y una amabilidad increíble, la cocinera todo amor con mis hijos y nosotros. No tengo palabras para agradecer tanto, solo deciros que volveremos en cuanto podamos. Limpieza impecable, cenas espectaculares en cantidad y buenísimo todo, el desayuno genial, las habitaciones grandes y muy limpias con secador, jabón, etc, la piscina fresquita pero se agradece después de hacer una excursión y el jacuzzi en una terraza preciosa. Mil Gracias por todo.

Escapada de cuatro días en julio huyendo de la ola de calor. Hotel confortable, tranquilo en los días laborables, si bien los fines de semana aumenta la afluencia de clientes. Buena limpieza y comodidad de camas y almohadas. Desayuno más que aceptable e incluido en el precio. Excelente atención tanto de la gerencia, Esther, como del personal, Fran entre otros. Amplia carta del restaurante, para todos los gustos. Tiene una piscina para refresc**** en caso necesario. Buena relación calidad/precio. Recomendable.

Horrible. Absolutamente horrible el trato de la dueña. En la cuenta del restaurante te cuelan platos que no has pedido, nos echó de la piscina cuando por teléfono nos había dicho que si comiamos en el restaurante podríamos quedarnos toda la tarde. Una falta de respeto tremenda para mi familia ya que fuimos a celebrar un cumpleaños y nos arruinó el día. No lo recomiendo a nadie!!!

La propietaria muy maleducada. Llamamos y reservamos en el restaurante con la condición de pasar la tarde en la piscina. Primero, nos intentó engañar con la cuenta añadiendo 30€ más de lo que realmente era. Finalmente y después de pagar 213.20€ la propietaria nos dice, gritando desde el balcón que no tenemos derecho a estar en la piscina y que debemos desalojarla de inmediato. Nos ha insultado y denigrado como personas, cuando somos una familia que lleva viniendo 14 años. TENED CUIDADO CON LA CUENTA QUE SIEMPRE INTENTA ENGAÑAR. NO RECOMIENDO ESTE LUGAR A NADIE

La experiencia en el hotel ha sido una maravilla. Un hotel acogedor con habitaciones cómodas y amplias, el servicio muy cercano y Esther, su dueña, una persona que ha hecho nuestra estancia increíble, siempre pendiente de nuestra comodidad. Las comidas del hotel son excelentes de calidad, cuantiosas y de precio muy bueno. El desayuno buffet bueno. Sin dudar, el año que viene volveremos a repetir la experiencia en este hotel

Un trato espectacular en una localización perfecta para disfrutar en bici de Sierra Nevada. Esther ha sido un encanto, nos ha facilitado todo (desayunos, bicis, check out para disfrutar de bici la última mañana…). Además tienen una cocina sencillamente espectacular tanto en calidad como en cantidad. Muchas gracias y hasta la próxima (seguro)

muy buen como siempre recomendable familias todo muy limpio y buen restaurante el bar también tiene de todo desayuno variado y bueno. todo está enfocado a la práctica del Sky y a pasar un bien rato. las bebidas era buenas y tienen casi de todo .

Servicio lamentable, cuento la historia: llegar a la habitación y encontrarte en la pared de ladrillo una araña como la Palma De tu mano, oscura y peluda, y habiendo visto los responsables en ese momento del hotel la fotografía hecha por nosotros y habiéndose escapado la araña y volviéndose a meter en su casa detrás de la pared, la solución fue darnos un bote de mata insectos el cual vaciaron completamente y no solucionaron más, tuvimos que dormir separados de la pared por si asomaba por la noche y bueno, imagínense la situación y sin posibilidad de cambio de habitación ya que el hotel “estaba lleno”, en resumen, lamentable servicio y solución a los problemas, ya que había opciones mejores que vaciar un bote de spray y apestar la habitación.