Usuario invitado
23 de agosto de 2021
Un recepcionista con un tatuaje en el brazo se mostró indiferente y parecía que le debía dinero. Me pidió que empujara la factura para que se imprimiera mañana e imprimí una factura a regañadientes, pero la impresión no fue buena, y también traté de encontrar una excusa de que era un problema de impresora. Sin un sentido de responsabilidad y una buena actitud hacia las personas, los negocios de la nada nunca volverán a surgir.
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