Usuario invitado
21 de agosto de 2021
En efecto, no es un hotel dado que no ofrece ningún servicio. La mini recepción la gestiona una empleada muy joven y la limpieza la gestiona una maleducada, lo que propició un cambio de alojamiento. No obstante, la agencia con la que contratamos el “hotel” fue muy flexible con el cambio de alojamiento (lo habíamos reservado y pagado en Febrero durante 20 dias). Las imágenes del “hotel” no se corresponden con la realidad. No os imaginéis una piscina en la que os sirvan una bebida fría, dado que el “hotel” no tiene personal, más allá del indicado. En realidad en las inmediaciones existe una contrata con el restaurante Florit (excelente, véase la crítica) pero que sin ir más lejos los martes está cerrado, con lo cual ni desayunas ni te puedes tomar un simple café, por no decir que las habitaciones carecen de un mera nevera: llegar un martes de la playa sin poder tomar una agua fría o una cerveza es imperdonable en un establecimiento que dice ser un “hotel”. La habitación con vistas al mar no cumple con las expectativas, más allá de ofrecer una excelente panorámica de l estany des Peix. Sin embargo, el mobiliario es sumamente antiguo y desfasado para el precio que se paga. Por último, lo realmente destacable es la ubicación y la tranquilidad, y el restaurante anexo, pero de todas formas no ofrece ni tan siquiera un desayuno a la altura (un camarero y artículos prefabricados a precio de oro). En definitiva, no recomendaríamos nunca este establecimiento, dado que no tiene personal, no ofrece ningún servicio y las fotografías publicadas sugieren una inexistente atención.